Visibilidad (LGTBI) informativa

En muy contadas ocasiones son noticia, básicamente porque prefieren ser la voz que las cuente. Y en 2019, es un poco triste que cuando ocupan portadas, lo hagan por el hecho de ser abiertamente LGTBI, pero así es. En un mundo tan diverso y tolerante como la televisión, los informativos mantienen un hermetismo bastante anacrónico, siguen faltando referentes y sobrando algunos prejuicios. El espectador quiere conocer la parte más humana del presentador, algo completamente lícito que incluso ayuda a generar confianza. Y no está reñido con la credibilidad periodística, su gran aval. Entonces, ¿por qué da la sensación de que el formato implica cierto encorsetamiento? A lo largo de estos años hemos entrevistado a presentadores de informativos que se enorgullecen de ser quienes son, algo que celebramos. “Creo que cada día somos menos pudorosos, no voy a ir ocultando a quién quiero y a quién no. Tenemos poco margen para salirnos del guion, pero sería bueno que se supiera”, explica Juan Carlos Roldán, de Canal Sur. Por su parte, Oriol Nolis, de TVE, coincide en la necesidad de ser visibles, y destaca que aún queda mucho camino por recorrer: “Hace años que estoy casado con un hombre y todo el mundo lo sabe. Te das cuenta de que hay algo que no está del todo normalizado cuando a la gente le sorprende”, nos contaba cuando protagonizó una portada de Shangay Style. Una de las causas para no salir del armario, como en otras profesiones, podría ser el miedo a las posibles consecuencias. “El miedo es libre. No hay necesidad de hablar abiertamente, pero tampoco la hay de ocultarlo. Se trata de vivirlo con naturalidad, y si te preguntan, ser lo suficientemente valiente y honesto”, cuenta Paloma del Río, cuyo relato es especialmente valioso por el hecho de dedicarse a la información deportiva y ser mujer. Otros como Lluís Guilera (24h) y Toni Cruanyes (TV3), decidieron publicar una foto en redes con sus respectivas parejas anunciando que habían sido padres, todo un ejemplo de naturalidad. La misma con la que María Casado, presidenta de la Academia de Televisión, recibía entre todas las felicitaciones por su nombramiento, la de su novia… Todos ellos decidieron ser más que un busto parlante delante de una cámara, y se agradece.