Tras obtener el premio a la Mejor jugadora de la FIFA, Megan Rapinoe utilizó su discurso para llamar la atención sobre la “homofobia desenfrenada” que experimentan las jugadoras LGTB+ en los campos de fútbol. La estrella estadounidense también denunció el racismo y la brecha salarial de género en la entrega de premios que tuvo lugar ayer en La Scala de Milán.
La futbolista aprovechó la ocasión para agradecer a los jugadores que más la inspiraron este año. Rindió homenaje a Raheem Sterling y Kalidou Koulibaly, quienes se enfrentan a un “racismo repugnante”, Collin Martin, el único jugador abiertamente gay de la Major League Soccer, y “las innumerables jugadoras LGTBQ que luchan tan duro todos los días para jugar el deporte que aman, pero también para luchar contra la desenfrenada homofobia que hay”.
Rapinoe no quiso perder la ocasión para mostrar cierta indignación. La futbolista comentaba que, si se quería ver un cambio significativo, todos los que pertenecen al mundo del fútbol deberían mostrar indignación, no únicamente los jugadores LGTB. “Si todos estuvieran tan indignados por la igualdad salarial o la falta de derechos aparte de los queer y las mujeres, lograríamos un cambio importante”.
La jugadora concluyó llamando al cambio y al progreso. «Tenemos una oportunidad única de usar este juego para realmente cambiar el mundo para mejor. Espero que lo tomen en serio, hagan algo, tenemos un poder increíble… ¿Por qué no lo usamos?».