Rizha –cuyo verdadero nombre es Tamara Ronchese, el que utiliza cuando trabaja como actriz, en la serie Skam, por ejemplo– está en plena gira nacional de presentación de su segundo álbum, Outside, un álbum conceptual acompañado por elaborados vídeos que también siguen ese concepto, dirigidos por su padre, Fernando Ronchese. Todo queda en casa. “Estuve trabajando en él los últimos tres años, Lo empecé el mismo día en que terminé de grabar Finally, mi debut, y ya estoy enfocada en lo siguiente”. Ahí es nada. “Escribo por necesidad, por soltar lo que tengo en mi cabeza. Hasta el punto de que a veces, cuando quiero decirle algo a un amigo, me resulta más fácil componerle una canción y mandársela”.
Hasta hace poco, Rizha, que tiene 20 años y es abiertamente bisexual, estudiaba el grado de Filosofía, aunque lo aparcó temporalmente porque su carrera artística le impedía llevar todo adelante. Un suspenso fue el detonante de su primer álbum. “Mi padre me castigó por haber suspendido, así que me encerré a componer y salió Finally. Cuando lo terminé me puse de inmediato con Outside”. Un álbum oscuro, un viaje al espacio exterior, “porque por las noches me ponía siempre Cosmos de Carl Sagan cuando me quedaba sola escribiendo. Pensando en los mensajes que se enviaban desde el Voyager 1 al espacio, por si alguien los leía, empecé a componer el disco”. Combinado ese concepto con su interés por el solipsismo –tal cual–, encontró los pilares de su nueva música.