La película de la compañía brasileña Porta Dos Fundos La primera tentación de Cristo, sobre un Jesucristo gay, una Virgen María adúltera y un San José tachado de “idiota” ha desatado la polémica en Brasil hasta el punto de que se ha iniciado una auténtica batalla judicial entre quienes quieren censurar el film y quienes aseguran que la obra está amparada por la libertad artística.
Desde el momento enque se supo de esta película, el sector más conservador de la sociedad brasileña se lanzó a criticarla y a pedir su retirada; una retirada que finalmente fue ordenada por el juez Benedicto Abicair, quien dictaminó que la plataforma que ofrece esta obra debía descatalogarla hasta que un tribunal resolviese la demanda presentada en su contra. Sin embargo, esta obra finalmente podrá seguir viéndose ya que el Tribunal Supremo ha dictaminado que La primera tentación de Cristo está amparada por el «derecho de la expresión artística».
“Apoyamos fuertemente la expresión artística”, asegura Netflix
La solicitud de retirar la comedia la presentó la Asociación brasileña Fe y Cultura del Centro Don Bosco y fue denegada en primera instancia; sin embargo, el juez Abicair dictaminó que la censura temporal de la obra era “lo más apropiado y beneficioso no solo para la comunidad cristiana, sino para la sociedad brasileña, mayoritariamente cristiana”. El magistrado consideraba que “la exhibición de la comedia puede ocasionar más daños que prohibirla y que por ello ha preferido recurrir a la cautela para calmar los ánimos”.
Esta decisión judicial fue recurrida por Netflix, la plataforma que difunde la película, que finalmente consiguió el apoyo del Tribunal Supremo brasileño. El representante de Netflix en Brasil argumentó que la medida promulgada por Benedicto Abicair suponía una restricción a los derechos constitucionales de “libertad de expresión, creación y desarrollo artístico”.
El dictamen del Supremo ha sido celebrado por Netflix y los propios portavoces de la plataforma han asegurado que apoyan “la expresión artística” y que siempre defenderán este principio, “que es el corazón de grandes historias”.