La Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA) ha emitido su Annual Review, informe repaso sobre la situación de los derechos LGTBI en el continente europeo.
Las cifras corresponden a lo sucedido hasta mayo de 2019. Una clasificación por países encabezada por Malta –con un 90,35% de compromiso en igualdad de derechos–, seguida a considerable distancia por otros países como Bélgica, con un 73,08%, Luxemburgo, con el 70,4%, o Finlandia, que no llega al 70%.
El pequeño país mediterráneo se mantiene en primer lugar debido a las numerosas medidas legistativas que se han instaurado. Entre ellas, el matrimonio igualitario, la adopción homoparental, el reconocimiento legal de los derechos de las personas transexuales e intersexuales y la prohibición de las infames «terapias reparadoras» de la homosexualidad.
Por otra parte, España ocupa el puesto número 12 con un 61,20%, y pierde un puesto con respecto al año anterior. Nuestros países vecinos Portugal y Francia están por encima, y ocupan el octavo y noveno puesto, respectivamente. Los últimos peldaños del escalafón son para Armenia, Turquía y Azerbaiyán, países con menos del 6,5% de compromiso con el colectivo.
ILGA advierte en su informe del aumento de los discursos de odio contra las personas LGTBI en gran parte de Europa por parte de figuras públicas, debido al auge de los partidos populistas de extrema derecha en países como Bulgaria, Polonia, Turquía, Chipre, Finlandia, Grecia, Portugal o España, donde Vox –tercer partido en representación parlamentaria– ha sido protagonista de campañas homófobas en las que se comparaba la homosexualidad con el bestialismo…
También ha habido un aumento de las agresiones físicas y de las expresiones de odio a través de las redes sociales en países como Reino Unido, consecuencia de los discursos populistas que rodean al Brexit. En Turquía se enjuicia a los participantes en las marchas del Orgullo, y en otros países es creciente la presencia de manifestantes LGTBIfóbicos durante estos actos.
Aun así, Evelyne Paradis, directora ejecutiva de ILGA Europa, quiere hacer una lectura positiva del informe: «No todo son malas noticias. La cuestión de la integridad corporal de las personas intersex sigue ganando cada vez más importancia en la agenda política de los gobiernos e instituciones. El año 2019 fue un año de acontecimientos positivos para las familias arcoíris en la región, con una expansión de los derechos de la familia en unos pocos países; y se siguen realizando importantes avances en la reforma o el establecimiento de procedimientos legales de reconocimiento del género, aunque en muchos países los progresos se están ralentizando».
Lo que sí está claro es que la realidad vivida por las personas LGTBI en muchas partes de Europa y Asia central es cada vez más difícil. «Los gobiernos todavía tienen mucho que hacer, desde adoptar leyes que garanticen la protección de los derechos de las personas y dar a las autoridades públicas los medios para traducir la política en la práctica en todos los sectores, hasta dar el ejemplo de tener un discurso que promueva la aceptación y la inclusión social», afirma Paradis.
Tendremos que esperar al próximo mes de mayo para poder visualizar el nuevo Rainbow Map –el ranking sobre los derechos LGTBI de los diferentes países– actualizado.