El debate está abierto para estas dos mujeres: Laurel Hubbard y Tifanny Abreu. Si las condiciones sanitarias por la crisis del coronavirus permiten que los Juegos Olímpicos de Tokio se celebren este verano, estas dos deportistas transexuales podrían hacer historia.
Dado que son mujeres transexuales, el quid de la cuestión es la testosterona. Hay quienes piensan que, al haber nacido hombres y tener en el cuerpo un mayor nivel de testosterona, competirían con ventaja entre el resto de «mujeres biológicas». La neozelandesa Hubbard compite en halterofilia, y la brasileña Abreu en voleibol.
El reglamento establece que podrán competir siempre y cuando muestren unos niveles de testosterona por debajo de un cierto nivel durante al menos doce meses antes de su estreno en los Juegos Olímpicos.
En 2004, el Comité Olímpico Internacional permitió la participación de deportistas transexuales en los Juegos, pero lo cierto es que hasta la fecha ningún transexual se había clasificado. Estas dos chicas quieren convertirse en las primeras en hacerlo, aunque en principio parece que Hubbard tiene más posibilidades de lograrlo que Abreu.
Nos encantaría que ambas pudieran cumplir su sueño de competir en el mayor evento deportivo que existe.