Hace más de veinte años, Mecano grabó un tema cuya letra –y también su vídeo– puede ser fiel reflejo de lo que estamos viviendo en nuestras casas durante estos días.
Era 1998. Mecano, el mayor grupo musical español de todos los tiempos, anunciaba su reunificación después de seis años de separación. En el Salón de Actos del Cuartel del Conde Duque de Madrid se organizó una rueda de prensa a la que asistieron más de 200 medios de comunicación de todo el mundo (Shangay incluido) para ver de nuevo juntos a Ana, Jose y Nacho. En el acto presentaron una nueva canción, El club de los humildes, compuesta por Nacho. Todo parecía indicar que esa canción supondría la continuación de Mecano y el anuncio de una nueva gira. Pero no fue así…
El club de los humildes era la canción perfecta para el reencuentro de un grupo que la gente anhelaba volver a ver, cantada por la voz femenina más vendedora de este país en el mundo (pese a quien le pese). El tema habla de cómo se pasa del todo a la nada, del arrepentimiento, de las lecciones aprendidas… Y del reconocimiento de que todos, absolutamente todos, necesitamos de todos. ¿Suena familiar? Si entonces parecía reflejar el deseo del grupo por unirse de nuevo, hoy no puede estar más en sintonía con lo que estamos viviendo estos días…
Y por si no fuera suficiente, el vídeo que grabaron para la canción no podía ser más premonitorio. Dirigido en febrero de ese mismo año por Pedro Aznar, en él podemos ver a Ana, Jose y Nacho… ¡encerrados cada uno en su habitación! Al principio las situaciones son de lo más doméstico, aunque con un punto surrealista: Ana se hace una mascarilla de pepinos, Jose da vueltas por la habitación, Nacho hace yoga (y levita) o se pone a tocar sus teclados. Enseguida las situaciones se vuelven más y más delirantes: Ana mete la cabeza en una pecera, Jose destroza su guitarra, Nacho se monta una orgía (¿virtual?) con seis pibones… ¿Acabaremos así en unas semanas?
Lo bueno (y tranquilizador) es que el vídeo termina con una gran fiesta. La misma que nos pegaremos todes, todas y todos cuando podamos salir sin ningún miedo de nuestras casas.