Los vídeos de Malbert no te dejan indiferente. Su manera de comentar programas de televisión y meterse con conocidos cantantes e influencers genera tanto amor como odio en redes sociales. Pero detrás de sus bromas y sus insultos hay una denuncia social que, aunque a veces pueda pasar desapercibida, resulta interesante y constructiva en estos días en los que pasamos horas y horas enganchados a los móviles.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas el confinamiento?
MALBERT ⇒ Bien, porque no soy un chico de salir mucho, soy muy casero. Llevo ya medio año trabajando desde casa, así que mi vida laboral tampoco ha cambiado mucho.
SHANGAY ⇒ ¿No te cuesta más subir contenido a tu canal de YouTube estos días?
MALBERT ⇒ Me da un poco de pereza. Cuando sales a la calle, te vistes y te arreglas, y ahora no me quito el pijama en todo el día, que ya se me va a pegar a la piel… En ese sentido sí que me da pereza grabarme, porque tengo que arreglarme y ducharme, que en esta cuarentena voy a acabar oliendo a perro muerto.
SHANGAY ⇒ ¿Cuál es el secreto de tus vídeos?
MALBERT ⇒ No considero que tenga éxito, pero es cierto que mi contenido últimamente tiene unos números potentes. Noto que ha habido un cambio respecto a mis primeros vídeos. Entonces tenía una máscara, que es lo que hacen muchos influecers hoy en día, pretendía ser alguien que no era. Y es cierto que, con un poco de inteligencia, tocando temas que son de actualidad, polémicos e interesantes, y sumándolo a no ponerme filtro, ha ido funcionando la cosa. He grabado vídeos hasta con un piño partido, y me daba igual. Ese es un poco el secreto, el no tener filtro y ser el reflejo de lo que la gente piensa y dice entre amigos.
SHANGAY ⇒ ¿Hay diferencia entre Malbert persona y personaje?
MALBERT ⇒ Sí y no. Yo no voy a decir cosas que no piense o no defienda, así que la materia prima es real, en mí vida personal y en mis vídeos. No hay diferencia en la esencia. Sí es verdad que en lo personal soy un poquito más serio y más borde, pero es que cuando llevas un showman metido dentro, al ver el pilotito rojo encendido, te transformas.
SHANGAY ⇒ ¿Te suele costar trabajo encontrar contenido del que hablar?
MALBERT ⇒ No mucho. Me quise desvincular un poco de comentar Operación Triunfo porque sentía que me estaba encasillando. Al principio me daba reparo empezar a comentar cosas como el vídeo de Isa P o hablar de influencers que me caen mal, porque la gente estaba acostumbrada a otro contenido. Pero me di cuenta de que, lo que a la gente le gustaba no era tanto el tema del que hablaba sino la forma de hacerlo. Así empecé a hacer un día una receta, y al día siguiente hablaba de una influencer y de todo un poco. Así que no tengo problemas en encontrar el contenido.
SHANGAY ⇒ Muchas de tus críticas tienen un poso reivindicativo… ¿Sientes la responsabilidad de denunciar ciertas injusticias?
MALBERT ⇒ Tras cada crítica o insulto que hago, casi nunca hay un ataque gratuito. Por muy malas formas que pueda tener, mis seguidores siempre deben leer entre líneas, porque detrás de un ‘vendehumos’, como yo llamo a la influencer LoveYoli, por ejemplo, hay un «chica, eres una caradura, estás haciendo algo que no se debería hacer». Desde pequeño siempre he estado en contra de las injusticias, las he sufrido en mi propia piel, y veo que hay muchos influecers que no hablan de cosas que ayudarían a mucha gente. Está muy bien luchar contra la homofobia compartiendo un hashtag, pero así no se solucionan las cosas. Hay que desenmascarar a los homófobos y a gente que tiene una actitud de mierda, y me da igual que tenga cien seguidores o medio millón. Muchos influencers no hacen este tipo de denuncias para que no se les caigan campañas y su imagen no se dañe y pierdan dinero… Pero a mí me la suda, porque mi sueldo no depende de las colaboraciones que yo haga, así que me meto con Pelayo y con quien haga falta, porque me parece injusto lo que hacen.
SHANGAY ⇒ ¿Te da miedo que el humor y la parodia pesen más que el mensaje reivindicativo de tus vídeos?
MALBERT ⇒ Muchas veces lo camufla y no me toman el serio. Hay un Malbert más formal y más educado, pero no tengo yo el vocabulario ni los conocimientos suficientes para ir granito a granito desmontando las teorías o las palabras de cada influencer. Yo soy de barrio, me he criado entre insultos y peleas de calle, mi esencia es así. A veces me encuentro con muchos fans de ciertos cantantes que solo ven que me meto con su ídolo; lo que no saben ellos es lo que yo he vivido detrás, que muchas veces no lo puedo contar. Como no puedo decir lo mierda de persona que es tu ídolo, porque me metería en un berenjenal legal e incluiría a terceras personas, pues simplemente lo voy a atacar. Y estos fans se quedan solo con el ataque. Yo siempre digo que valgo más por lo que callo que por lo que hablo.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas los mensajes de odio en redes?
MALBERT ⇒ La primera discusión fuerte que tuve en redes sociales me afectó muchísimo, me provocó un ataque de ansiedad y lo pasé fatal. No me quiero victimizar porque me busqué la bronca, como la mayoría de veces, pero esa primera vez sí que lo pasé muy mal. Quise dejarlo todo. Pero a partir de ahí fue como «vale, este es el precio que hay que pagar…, pues p’alante«. Me han llegado hasta amenazar de muerte. El día que no recibo un mensaje, un correo o un tuit de alguien deseándome la muerte ya me extraña, siento que me falta algo, pero lo llevo bien. Sí que me raya cuando me intentan destruir de forma constructiva, porque ahí veo que algo he hecho mal. Pero el resto me la suda completamente. Me preocupa lo que me diga mi madre o mis mejores amigas.
SHANGAY ⇒ ¿Ha habido algún personaje que odiaras y hayas acabado queriendo, o viceversa?
MALBERT ⇒ Prácticamente nadie que me cayera mal me ha sorprendido en persona. Sí me ha pasado tener idolatrada a una persona y luego envolverme en su entorno y darme cuenta de cosas que no me gustaban o que llevaba una máscara. Me ocurrió con Ana Guerra, y eso lo sabe todo el mundo. Nos vendió una moto en un concurso, no a mí personalmente, hablo de lo que ha demostrado ella como artista. Iba de persona humilde y luego deja tirados a sus fans en una firma de libro porque habían ido diez personas, puso la excusa de que se había puesto mala y luego la pillaron dando una vuelta en bici por Madrid con su novio. Pues chica, igual la humildad la tienes en casa. Hay mucha gente que me ha decepcionado mucho.
SHANGAY ⇒ ¿Qué crees que pasará con OT 2020?
MALBERT ⇒ Yo pensaba que no iba a volver, pero Noemí (Galera) y Tinet (Rubira) han estado muy claros y concisos confirmando todo el rato que sí va a volver. Esta edición no empezó siendo normal, por lo tanto creo que es totalmente coherente que vuelvan, y va a ser súper divertido que lo hagan después de saber qué piensa la gente de ellos. Esto es muy curioso a nivel de formato reality, es algo que nunca ha pasado. Ya hemos visto muchas caras reales de cómo son, y ahora poder ver lo que realmente quieren mostrar en la academia, si van a seguir siendo falsos o no, si van a a querer mentir… Me parece una fantasía. Es una edición icónica y surrealista, por lo tanto debe volver y seguir siendo así de icónica.
SHANGAY ⇒ ¿Recomiendas alguna serie para ver durante lo que queda de confinamiento?
MALBERT ⇒ Es que yo no veo series ni películas. Sí que te puedo recomendar realities que me gustan mucho, como The Circle en Netflix. También me gusta mucho el movimiento drag y queer; soy muy fan de RuPaul’s Drag Race, y me flipan los formatos que han sacado anexos como Dancing Queen de Alyssa Edwards o Moving Parts de Trixie Mattel. Me encantan las americanadas.