Al igual que la esencia de la serie está basada en la vida de la actriz Peg Entwistle, que se suicidó tirándose por el letrero gigante de Hollywood, todas las historias y cotilleos que rodean la industria durante su Edad de Oro se reflejan en la serie: y las orgías clandestinas también.
En el episodio 3 de la serie, Ryan Murphy nos presenta al famoso George Cukor y sus populares fiestas en su casa. De nuevo, si no has visto la serie te estás exponiendo a spoilers… ¡Tú mismo! Digamos que esas fiestas no son las típicas reuniones entre colegas de oficio, actrices famosas, una buena cena… y listo. Bueno, a ojos de los demás, puede que sí. Pero esas reuniones, pasada la medianoche, muestran su otra cara de la moneda: llegan los trabajadores sexuales (únicamente chicos), se desnudan completamente y calientan en ambiente, dejando que cada uno sea quien quiera ser.
En la serie, la trama se complica al juntar en esa misma fiesta a Archie (uno de los trabajadores sexuales y también guionista de la incipiente película Peg) y Rock Hudson, su medio novio (y que ha sido llevado a esa fiesta por su representante para que «intime con los productores del sector»).
Según Murphy, el rodaje de esta escena duró alrededor de dos semanas, en pleno noviembre. «Teníamos a todos estos tipos desnudos. A las mujeres también, aunque estaban acurrucadas bajo lámparas de calor. Pero mucha gente lo hizo solo porque amaban el mundo de George Cukor», confesó el director de la serie. Además, también ha afirmado que el rodaje se llevó a cabo en dos casa distintas (una para el interior y otra para el exterior), para dar la sensación de inmensidad que predominaba durante aquellos años.
Esto era el centro de todos los cotilleos de Hollywood. De aquí podían salir bombazos tan gordos que podían hacer tambalear la industria del cine estadounidense. Y estas reuniones clandestinas, donde los directores, productores, guionistas, actores y actrices se quitaban la careta y disfrutaban siendo ellos mismos, le dieron alas a la imaginación de Ryan Murphy. «Siempre he estado obsesionado con George Cukor», confiesa. Y aclara que Cukor comenzó a celebrar estas reuniones secretas por la difícil situación en la que se encontraban los homosexuales en aquellos años. «En ese momento, si ibas a un bar gay, podías ser arrestado e ir a prisión, incluso ser golpeado por la policía. Cukor creó un ambiente donde podían ir a su casa todos los hombres y mujeres que quisieran y ser quienes eran sin temor a ir a la cárcel o ser heridos o maltratados».
Aunque Murphy asegura no saber a ciencia cierta si Cukor era un anfitrión abierto a las actividades sexuales en su casa, sí reconoce «haber escuchado historias». Además, afirma haber tenido unos vecinos gais mayores que él, cuando se mudó a Los Ángeles por primera vez, que le contaron que estuvieron en más de una ocasión en casa de Cukor.
A pesar de desconocer si el verdadero Cukor era así o no, la caracterización que Ryan Murphy le da a su personaje ficticio es magnífica. Tendremos que seguir viendo la serie para conocer más secretos que se ocultaban en el Hollywood de los Años de Oro.
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