Con su estilo enormemente personal, elegante y creativo, Judith Jáuregui se ha convertido en una de las pianistas más cautivadoras de la actualidad. En palabras de la revista alemana Piano News, “no es solo la impecabilidad de su interpretación la que cuenta, sino la impresión de escuchar a una pianista que verdaderamente tiene algo que decir”.
En plena recta final del confinamiento, ya en la desescalada, Jáuregui saca su nuevo disco, Die romantische Seele (El alma romántica) con obras de Robert Schumann y de su esposa, Clara Schumann. Un trabajo que está editado por el prestigioso sello alemán ARS Produktion. Nada mejor en esta incómoda ‘nueva normalidad’ que un buen chute del mejor Schumann para afrontar lo que se nos viene encima.
Nacida en San Sebastián, Jáuregui ha estado unida a diversas culturas desde su infancia: de madre vasca y padre mexicano de nacimiento y francés de adopción, Judith se inició en la música en su ciudad natal para después finalizar sus estudios en Múnich bajo la tutela del maestro ruso Vadim Suchanov.
En las últimas temporadas ha sido recibida con entusiasmo en salas de referencia como el Auditorio Nacional de Madrid, el Palau de la Música de Barcelona, el Southbank Centre de Londres, Auditorio Louvre de París, el Konzerthaus de Berlín, Suntory Hall de Tokio, NCPA Pekín, el Festival de Piano de La Roque d’Anthéron, el Festival de Piano de Lille, el Festival Radio France de Montpellier en Francia, Schloss Elmau, Murten Classics y Klosters Music.
Ha colaborado con la Britten Sinfonia, Neubrandenburger Philharmonie, PFK Prague Philharmonia, Das Neue Orchestre Köln, Orquesta Sinfónica de Aarhus, Slovak Sinfonietta y la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, así como con grandes orquestas españolas, incluidas la Orquesta Nacional de España, y las sinfónicas de Euskadi, de Bilbao o de Castilla y León.
En 2019, su quinto trabajo, Pour le tombeau de Claude Debussy (el primero para Ars Produktion) fue un registro en directo desde un concierto íntimo en Viena, y recibió una calurosa bienvenida en la prensa musical, que alabó la interpretación de Judith definiéndola como «soberanía pianística», «poesía que brilla con luz propia», «sorprendente por su extroversión y frescura», «ciertamente, una artista cuyas próximas publicaciones deberán seguirse muy de cerca».
Lo dicho, para llevar mejor la ‘nueva normalidad’, nada mejor que un buen chute romántico de Schumann con una gran pianista. Judith Jáuregui tiene la mejor receta.