Mientras en España la celebración del Orgullo LGTBI ha sido un ejemplo de responsabilidad civil ante la crisis sanitaria del coronavirus, nos llega un caso radicalmente distinto al otro lado del charco.
Nooooo Fire Island gays! What are you doing?! Remember all them that got smacked down by Rona after that winter circuit party, y’all are just gonna drag that shit back to the city with you. pic.twitter.com/cYdC8AhQlY
— Kade Boehme (@kaderadeNYC) July 5, 2020
El fin de semana del 4 de julio se celebró una fiesta gay multitudinaria en Fire Island (Nueva York) donde al menos uno de los invitados tenía coronavirus. No tardaron en viralizarse en redes sociales vídeos en los que se mostraban las playas repletas de chicos que no respetaban la distancia de seguridad ni llevaban mascarillas.
The party Gays at Fire Island Pines shaking their speedo butts inches from each other’s faces and not a mask to be seen.#4thofJuly2020 #LGBTQ @DCHomos pic.twitter.com/7fo67t6F5B
— Chris Weidner (@CWNewser) July 4, 2020
Naturalmente, el evento se hizo trending topic y Twitter se saturó de opiniones de todos los colores. Lógicamente, la mayoría estaba en contra y reclamaba al Gobierno que confinara a los asistentes durante quince días más en la isla. Lo cual, visto lo visto, no sabemos si habría supuesto un castigo o un regalo para ellos.
El asistente que dio la voz de alarma, el que reveló que todavía se estaba recuperado de un supuesto caso de COVID-19 y aun así decidió asistir a la fiesta, se llama Corey Hannon.
El joven, rebautizado en redes sociales como Corey Corona o Corey COVID, es neoyorquino y tiene 27 años. Pese a que más tarde publicó un vídeo en el que pedía disculpas a todos los que había puesto en peligro por saltarse el confinamiento, durante las primeras horas se puso un tanto folclórica y cargó contra todos sus haters.
“Todo el mundo sabía que tuve COVID”, dijo en ese primer ataque de furia. “Me senté en mi jodida habitación y me puse en cuarentena durante ocho jodidos días. Y ahora estoy celebrando. Así que iros a la mierda. Espero que todos os contagiéis del jodido COVID”, añadió a sabiendas de que la OMS recomienda un mínimo de dos semanas de autocuarentena desde que se empiezan a sentir los síntomas.
Finalmente, se ha repetido las pruebas y ha dado negativo en coronavirus. De este modo, los asistentes a dicha fiesta han podido respirar un poco más tranquilos, aunque esperamos que la próxima vez se lo piensen dos veces y tengan más cuidado.