Pietro Boselli, el profesor de matemáticas más sexy del mundo (al menos para todos nosotros) y mito erótico (lo dicen sus casi tres millones de seguidores en Instagram), no para de calentar las redes sociales con sus ardientes sesiones de fotos donde nos muestra lo mejor de su anatomía.
En las últimas publicaciones de Instagram hemos podido comprobar lo bien que le sientan los mini bañadores a Pietro. El profe más cañón es el creador, y por supuesto imagen, de su propia marca de trajes de baños y no ha parado de lucirla en Instagram. Simplemente increíble.
Además el profe más cañón de Italia nos ha descubierto su exigente entrenamiento al aire libre. Una especie de crossfit rural en el que, para hacer crecer sus músculos, arrastra una pesada rueda de tractor y golpea rabiosamente el neumático con un martillo de obra.
Podemos decir, con permiso de nuestro amado Chris Hemsworth, que sería el dios del trueno ideal, el Thor perfecto. Su colección de fotos armado con su martillo letal, así lo atestiguan.
Y el chulazo no solo nos maravilla por delante, también por detrás da la talla….
Como hemos dicho, Pietro nos tiene acostumbrados a este alarde de musculatura. Una de los shootings que todavía recordamos es el que realizó la revista VMan, que dejó al descubierto el mejor secreto del italiano.
En ese shooting aparecía ataviado con un simple boxer blanco. Pietro se iba desnudando poco a poco hasta quedarse como dios lo trajo al mundo, y claro…, ¿íbamos a perder nosotros la oportunidad de analizar paso por paso las fotos? La respuesta es obvia.
Estamos acostumbrados a que el profesor Boselli nos ponga los dientes largos con su espectacular físico y sus sensuales fotos, pero con estas últimas el listón se ha disparado. Ya hace tiempo, nuestra redacción se hizo eco del enorme bulto que calzaba nuestro profesor cuando se ponía las mallas del gimnasio, aunque en esta sesión el verdadero protagonista es la parte más trasera de su anatomía.
Aparte de su casi desnudo frontal (donde no enseña pene, pero sí vello púbico), el profesor muestra su trasero desde todos los ángulos posibles: sentado, de pie, a medio vestir, acostado, corriendo… Si en vez de una manzana hubiera sido un melocotón (más exactamente el de Pietro), seguramente cualquiera de nosotros habríamos aceptado el castigo divino sin ningún tipo de arrepentimiento. A continuación os dejamos la galería de este bello italiano, para que podáis comprobar con vuestros propios ojos que en ningún momento estamos exagerando… ¡Viva Pietro y viva Italia!
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