El sábado 8 de agosto miles de personas protestaron en Varsovia (Polonia) para denunciar la brutalidad con la que la policía actuó contra 48 manifestantes que intentaron impedir el arresto de Margot, una conocida activista LGTBI cuando un tribunal la puso bajo detención preventiva de 2 meses.
Margot fue arrestada por dañar una furgoneta con inscripciones homófobas y haber empujado a la dueña del vehículo, una voluntaria de una fundación antiaborto. Durante todo el proceso las autoridades trataraon a Margot por su identidad masculina y con una violencia desproporcionada.
La detención de Margot fue vista como un atentado contra la libertad de expresión y los derechos LGTB en Polonia tanto para la oposición como para varias instituciones internacionales, como la comisaría de derechos humanos el Consejo de Europa.
«Nos reunimos para protestar juntos contra la violencia y la homofobia sistémica”, expusieron los organizadores de la marcha. Durante la concentración se pudiedon leer y escuchar proclamas como «¡Empatía, solidaridad, acción!”, «¡Nunca caminarás sola!”, «Gay por nacimiento, orgulloso por elección”, «la solidaridad es nuestra arma”.
El incidente ha ocurrido cuando Polonia atraviesa un clima creciente de tensión y odio hacia el colectivo LGTB debido a la reelección presidente conservador Andrzej Duda, que ha desarrollado una fuerte y pretendida campaña LGTBfóba en los últimos meses.
Precisamente hace unos días diez diputadas de varios partidos de izquierdas se coordinaron para formar una bandera arcoíris con sus vestidos durante la toma de posesión del presidente Duda, fue su original protesta contra sus extremistas discursos de odio hacia el colectivo.