Ricky Merino cambia de tercio para adentrarse en los años 80. De allí ha sacado un importante himno LGTBI europeo, Smalltown Boy, de los británicos Bronski Beat. Con una versión de este hit, el mallorquín comienza una nueva etapa en su carrera, buscando nuevos sonidos y perdiendo el miedo a la falta de aceptación.
Tras el lanzamiento de Bestia, Merino ha vuelto a confiar en Salva Musté para ponerse tras las cámaras del vídeo de Smalltown Boy. Un tándem que continúa dando grandes resultados en la unión de lo musical y lo visual.
Ricky Merino también pasa del español al inglés en este rompepistas –ojalá pueda sonar en discotecas pronto–. Lo hace en este tema de pop electrónico que sirve de homenaje a aquellos que lucharon por la libertad sexual, para seguir visibilizando a los que se consideran ‘diferentes’ por su género o identidad.