El autor y director Alfredo Sanzol presentó recientemente la programación de su primera temporada al frente del Centro Dramático Nacional. El apoyo a la novísima dramaturgia española y la apuesta por la diversidad y la búsqueda de la identidad son algunas de las líneas axiales de estos próximos meses. “Esta es una programación que quiere hacer un llamamiento a la acción”, dijo Sanzol, quien insistió en el compromiso del teatro para con una sociedad que debe enfrentarse con su propia conciencia de vulnerabilidad.
Las cuatro salas del Centro Dramático Nacional acogerán dieciséis nuevas puestas en escena, de las cuales cuatro serán producciones propias. La primera será Macbeth, con la que se rendirá homenaje al maestro Gerardo Vera, dirigida por Alfredo Sanzol, siguiendo las directrices marcadas por Vera, poco antes de fallecer. El bar que se tragó a todos los españoles, de Sanzol; Héroes de diciembre, de Eva Mir (Premio Calderón de la Barca), y Atraco, paliza y muerte de Agbanäspach, de Nao Albet y Marcel Borràs, conforman el resto de producciones propias.
De las coproducciones con otras compañías hay que destacar Shock 2 (La tormenta y la guerra), de Albert Boronat, Juan Cavestany, Andrés Lima y Juan Mayorga; Calígula murió. Yo no, dirigida por Marco Paiva, y el interesante proyecto en torno a la sexualidad de las personas con diversidad funcional Y llegar hasta la luna, dirigido por María San Miguel.
La programación se completará con la participación de montajes invitados como O agora que demora, de la brasileña Christiane Jatahy, una versión libre de Hamlet, escrita y dirigida por la peruana Chela de Ferrari, o la divertida pieza sobre la amistad Los Remedios, de Fernando Delgado-Hierro.
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