Ya lo dijimos en su momento, y no vamos de adivinos. Pero era más que previsible que el Vaticano terminara matizando (ergo desmintiendo) las palabras del Papa Francisco sobre las uniones gais. En concreto, lo que dijo en un documental que rodaron sobre él, titulado Francesco, que se presentó en el Festival de Roma (dirigido por Evgeny Afineevsky).
Primero fueron los sectores más reaccionarios de la Iglesia quieren alzaron la voz. Y ahora… ¡el Vaticano desmiente al Papa! Esto es el mundo al revés. Porque, ¿alguien se cree que Francisco no iba a controlar un documental se se hiciese sobre él? ¿Y no se supone que es el Papa de Roma quien ‘manda’ en el Vaticano?
Las palabras de la ‘discordia’, que se pueden escuchar en la película, son: «Las personas homosexuales tienen derecho a formar una familia. Son hijos de Dios, y tienen derecho a tenerla. Nadie debe ser expulsado o estar descontento por ello. Lo que tenemos que crear es una ley sobre uniones civiles. De esa manera estarán cubiertos legalmente. Yo lucharé por ello».
Ahora, la Secretaría de Estado del Vaticano ha dicho que esas palabras están manipuladas y mal interpretadas. Según el Vaticano, son dos respuestas a dos preguntas diferentes, hechas en dos momentos también diferentes, que se han editado como si fueran una sola.
«El Santo Padre había hecho en primer lugar una referencia pastoral sobre la necesidad de que un hijo o una hija de orientación homosexual nunca sea discriminado dentro de la familia. Las palabras se refieren a ellos: los homosexuales tienen derecho a permanecer en la familia; son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar a nadie de la familia y hacerle la vida imposible por eso», aseguran que es lo que quería decir Francisco.
Luego añaden que la otra respuesta era a una pregunta respecto a su postura sobre la ley de matrimonio gay en Argentina. Y aclaran que su respuesta fue: «Es una incongruencia hablar de matrimonio homosexual. […] Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil, tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso».
Hace unos días, cuando le preguntamos a Roy Galán sobre ese tema su respuesta fue: «Es un cambio de actitud, esta novedad que ha dicho el Papa con respecto a las uniones, lo veo como algo positivo. De hecho, si eso le va a quitar culpa a alguien va a estar genial. Me parece que nos lo debían».
Sobre si eran o no oportunistas, aseguró. «Supongo que tienen que adaptarse a los tiempos. Y si la Iglesia ha tenido que adaptarse a los tiempos es también porque estamos marcando los tiempos de la agenda. Y eso es superpositivo. Sea por oportunismo o sea porque lo siente de verdad, lo importante es que cualquier persona que sea católica y homosexual se va a sentir menos juzgada, y eso es bueno». Está visto que no hay mucha adaptación a los tiempos.
Lo dicho. Era más que previsible que este desmentido ocurriese. Pero, en cualquier caso, la pregunta que nosotros nos hacemos es la siguiente: ¿Es necesario que la Iglesia abra un debate sobre un tema ya superado, y más que aceptado, por la sociedad como es el matrimonio igualitario?
Recordemos que la Iglesia católica puede dictar las normas su doctrina moral, pero las normas civiles se debaten, deciden y se votan en los parlamentos. Estos parlamentos, en el mundo civilizado, son elegidos democráticamente. Que en 2020 vengan a decir que «una persona homosexual no debe ser expulsada de una familia» se agradece, porque hay muchas personas que han sido expulsadas de sus casas precisamente por ello; pero refleja cuál es el único modelo de familia que existe para la institución.
En fin. Lo nunca visto: el Vaticano desmiente al Papa. Es como si ¡Hola! desmintiese a Isabel Preysler… El mundo al revés.