En 1986, Adolfo Marsillach fundaba la Compañía Nacional de Teatro Clásico. En ninguna de sus producciones hasta ahora, cuando estrena El enfermo imaginario, había intervenido Josep Maria Flotats, que es sin duda uno de nuestros grandes actores. Y es que Flotats cuenta con una extensa carrera teatral tanto aquí como en Francia, donde durante años formó parte de la prestigiosa Comédie-Française.
Por primera vez, Flotats llega a la Compañía Nacional de Teatro Clásico para poner en escena El enfermo imaginario, de Molière, que interpreta junto a Anabel Alonso, Lola Baldrich y Joaquín Notario. Esta sería la última obra del dramaturgo y actor francés; él mismo la estrenó en febrero de 1673, y cuatro días más tarde, durante la representación, caía enfermo y moría en su casa a las pocas horas.
En El enfermo imaginario, el autor y actor vestía de amarillo, y de aquí viene la superstición de los actores de no utilizar ese color en escena. Considerado uno de los textos clásicos más grandes de la literatura universal, en él Molière satiriza a los médicos a través de Argán, un aprensivo hipocondriaco que a todas horas se siente mal, y que por conveniencia, decide casar a su hija con un médico para así ahorrar todo lo que se gasta en medicamentos.
“El hecho de que esta obra sea bastante conocida por el público de nuestros días, pero no así la representación escénica, me confirmó que era una razón de más para hacerla”, ha afirmado Flotats. “Sin dejar de profundizar en el corazón del canon del siglo XVII, he buscado la interpretación dramática y artística más rigurosa a partir de elementos e ideas de nuestro siglo XXI, poniendo en marcha la maquinaria del tiempo que nos enlaza con Molière a través de cuatro siglos”.
FOTOS: SERGIO PARRA
EL ENFERMO IMAGINARIO SE PUEDE VER DEL 18 DE NOVIEMBRE AL 27 DE DICIEMBRE EN EL TEATRO DE LA COMEDIA (C/PRÍNCIPE, 14) de MADRID