No sorprende ya nada de ellos. Pero sí que indigna. Y mucho. La diputada de Vox Macarena Olona ha pedido hoy en el Congreso que no se permita la prohibición de las terapias para homosexuales. Una nueva muestra de la cruzada que el partido de ultraderecha tiene contra el colectivo LGTBI.
No es la primera vez (y nos tememos que no será la última) que Olona, en nombre de Vox, agrede a las personas LGTBI. Como prueba tenemos cuando el pasado mes de abril, en pleno confinamiento, para criticar la gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus atacó a Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, por ser gay.
Su respuesta fue impecable: “No sé el porqué cada vez que se me hace alguna pregunta sale mi orientación sexual al respecto, no sé si tienen alguna fijación al respecto. Me gustaría pedirle un favor, dígale eso a la gente de Hazte Oír, dígale que no somos enfermos”, le contestó.
Estas son las palabras exactas, e indignantes, de Macarena Olona: «[…] En España, hoy, la homosexualidad no es una enfermedad. A qué nos llevaría […] que el Gobierno pueda prohibir que las personas homosexuales acudan a terapia. Y me estoy refiriendo al derecho a que cualquier persona, sea o no homosexual, tiene a acudir a un especialista que le ayude a encontrar su identidad. Y no me refiero a la identidad de género, que hasta en eso Ciudadanos se ha tragado el discurso progre de la izquierda, sino a la identidad que todos tenemos como personas y que formamos a través de un proceso biológico. Libertad, señorías. Y libertad, también, dejen de meterse en nuestras camas».
Lo dicho: indignante. Esperamos que quien tenga que tomar medidas para que estas barbaridades sigan ocurriendo en el Congreso las tome. Máxime en un momento de crisis como el que estamos viviendo.