Pol Granch, sin etiquetas: "Lo que más me ha dolido es que me llamen homófobo"

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Este ha sido, sin duda, el gran año de Pol Granch en cuanto a objetivos artísticos logrados. También se ha tenido que enfrentar a situaciones incómodas que le ha recordado que el camino no va a ser todo fácil, y que, en ocasiones, las redes sociales resultan muy reveladoras, y traicioneras.

De su gran polémica viral de 2020 hablaremos en una extensa entrevista que nos ha concedido, y que publicaremos en su integridad –junto a fotos exclusivas– pronto, porque hay cuestiones sobre las que Pol Granch no había hablar, más allá de Twitter, hasta ahora. De momento, comparte la felicidad por haber publicado –en plena pandemia– su primer álbum, Tengo que calmarme –del que acaba de lanzar una edición en vinilo–. Además, está en pleno rodaje de la cuarta temporada de la serie Élite, que supone su debut como actor.

Cerrará Pol Granch 2020 ofreciendo un concierto el 5 de diciembre en Madrid, uno más de sus directos especiales desde que llegó el coronavirus. «Voy viendo cómo me siento con la gente sentada, y al final me suelo venir muy arriba», asegura. «La última vez que actué en Madrid pensé que me iba a chocar más todo, pero estuve muy a gusto. Sentía el calorcito del público, ese feedback que te da cuando notas que están cantando tus canciones, a pesar de llevar mascarilla».

Pase lo que pase, le resulta imposible no disfrutar un concierto, aunque las circunstancias sean adversas. «Hago lo que me sale de los huevos, literal; me presento sin pelos en la lengua. Y lo voy a seguir haciendo siempre, porque es mi forma de desahogarme». Yonqui del directo confeso, pues. «Hay gente que se va a al gimnasio o a otro sitio a liberarse; yo me desahogo cantando en vivo».