Si ya de por sí resulta inaudito que, en plena segunda ola de la pandemia causada por la COVID-19, veinticinco descerebrados se reúnan en un bar para celebrar una orgía gay, más aún resulta que entre los implicados se encuentren un eurodiputado y varios diplomáticos.
Precisamente es lo que ha ocurrido en el centro de Bruselas, donde la policía ha disuelto una fiesta sexual de esas características. En el evento clandestino también se incautaron drogas y alcohol.
En la orgía participaba József Szájer, miembro del Parlamento Europeo desde 2004. De los otros diplomáticos no han trascendido ni las identidades ni las nacionalidades.
«Estaba presente. Cuando la policía me preguntó mi identidad, como no tenía conmigo mi documentación, declaré que era un miembro del Parlamento Europeo”, explicó Szájer tras ser multado por incumplir el toque de queda del país.
Aunque en un primer momento intentó zafarse de las autoridades alegando que poseía inmunidad parlamentaria, ha acabado renunciando a su escaño y a su actividad política. Eso sí, en el comunicado de dimisión asegura que no consumió drogas durante la orgía.
Para rizar el rizo, el eurodiputado forma parte Fidesz, partido del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, cuya línea política es bastante rancia, conservadora, autoritaria y homófoba. Una de sus últimas propuestas era un ataque directo al colectivo LGTBI, puesto que querían impedir la modificación legal del género asignado en el nacimiento mediante la reforma de la Constitución.