El Teatro Real se adelanta al Orgullo: abril viene con dos (grandes) referentes LGTBI

El coliseo operístico consolida su compromiso LGTBI, y en abril estrena dos obras de dos referentes históricos gais como son Britten y el rey Eduardo II.

Teatro Real
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Nacho Fresno

Nacho Fresno

Plumilla poliédrico -escondido tras una copa de dry martini- que intenta contar lo que ocurre en un mundo más absurdo que random.

10 marzo, 2021
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Joan Matabosch, el director artístico del Teatro Real, lo tiene muy claro. Por ello, el compromiso de su programación con el mundo LGTBI es algo patente año tras año. El próximo mes de abril lo podremos volver comprobar. Una especie de Orgullo por adelantado, con dos referentes gais que son dos históricos iconos de la cultura queer.

El pasado mes de noviembre, cuando le preguntamos por el tema para el Anuario 2020 de Shangay, el propio Matabosch nos adelantó algo: «El compromiso del Teatro Real con el colectivo LGTB es evidente. Abogamos por la normalización, por el respeto a la orientación sexual y por la visualización de este respeto en la programación del teatro».

Aquí tenemos las pruebas: el próximo mes de abril se estrena Peter Grimes, una obra de Benjamin Britten, que es, sin duda, el compositor gay más famoso del mundo de la ópera, y todo un referente LGTBI mundial.

Cuando su ópera Billy Budd llegó al Real el pasado 2017 –en una premiadísima producción que puso a nuestro teatro en boca de la crítica mundial– se saldó una deuda histórica. “El tema de Billy Budd es uno de los recurrentes de Britten: el recelo maligno ante aquella singularidad que convierte a un miembro de la comunidad en alguien diferente y especial, no asimilable a los demás. En este caso, sin embargo, en vez de tratarse de la figura desagradable de aquel desheredado social que era Peter Grimes –el protagonista de otra de las mejores óperas de Britten– se trata de un joven bello, leal, generoso, fuerte, ingenuo y bondadoso, adorado por todos e inconsciente de la fascinación –y finalmente el recelo– que provoca en algunos», nos dijo entonces Matabosch.

Ahora es cuando le vuelve a tocar el turno a Peter Grimes, que es, posiblemente, la obra más conocida de Britten, un hombre que logró lo impensable en esos años cuarenta del siglo pasado: mantener una relación pública con el tenor Peter Pears. Además, fue condecorado en 1976 como barón de Britten, y consiguió que su pareja y él fueran enterrados juntos en la catedral de San Pablo.

Esta ópera –para muchos la mejor composición británica desde los años de Purcell– se estrena el 13 de abril en una nueva producción del Teatro Real, en coproducción con el Covent Garden londinense. Con puesta en escena de la prestigiosa Deborah Warner, serán diez funciones hasta el 11 de mayo. El Real se consolida así como el teatro que mejor abandera a Britten en el mundo. Un empeño personal de Matabosch, que considera que era una deuda artística que Madrid tenía con el músico.

Pero hay más pruebas palpables este mes del compromiso LGTBI en la programación del Real: «Un buen ejemplo será el estreno de Lessons in Love and Violence de George Benjamin el 30 de abril. Es una ópera basada en la obra Eduardo II, de Marlowe. La normalización de la homosexualidad en la adaptación de Benjamin es tal que, siendo los protagonistas el rey Eduardo II y su amante Gaveston, su homosexualidad está integrada en la trama de manera que ni siquiera se puede considerar que este sea el tema preferente de la obra. Simplemente, está ahí, de la manera más normal. Queda patente desde la primera escena, en la que se escucha: ‘No es el hecho de amar a un hombre lo devastador. Lo terrible es el hecho mismo de amar’. Y de eso va la obra: un gobernante no puede permitirse el lujo de amar. No debe amar ni a un hombre ni a una mujer. Simplemente no debe. Terrible sentencia que acabará, como no puede ser de otra manera, en tragedia», nos adelanta el director.

El Teatro Real se adelanta al Orgullo: abril viene con dos (grandes) referentes LGTBI

Imagen promocional de Lessons in Love and Violence, de George Benjamin, que se estrena el 30 de abril y está basada en la vida de Eduardo II.

Y la cosa sigue: el 2 de junio se podrá ver por primera vez en el Real Viva la mamma, de Donizetti. En la programación del teatro podemos leer: «¿Una ópera en la que la prima donna es un barítono? Le convenienze ed inconvenienze teatrali es un título excesivamente largo y desalentador para una ópera demasiado divertida para ser olvidada. Eso debió de pensar Helmut Käutner, director de cine alemán que la renombró como Viva la mamma en la célebre producción de 1969 para el teatro rococó de Cuvilliés de Múnich que cambió para siempre la historia de esta obra. Estrenada en Nápoles en 1827, esta farsa de teatro dentro del teatro nos muestra los contratiempos padecidos por una compañía de ópera de segunda fila al montar en un teatro de provincias el gran drama serio Romolo ed Ersilia, y en el que las insoportables tensiones entre las dos cantantes principales solo se resolverán mediante la decisiva intervención de la madre de una de ellas».

El Teatro Real se adelanta al Orgullo: abril viene con dos (grandes) referentes LGTBI

Una nueva producción de Viva la mamma, de Donizetti, llega al Real en junio con el barítono Carlos Álvarez travestido como gran diva de la ópera.

El maravilloso tenor malagueño Carlos Álvarez, travestido, estará reconvertido en prima donna de la ópera en esta coproducción de la Opéra de Lyon, el Grand Théâtre de Ginebra y el Teatro Real de la mano del siempre brillante director de escena Laurent Pelly.

Su hilarante visión de La fille du régiment, estrenada en el Covent Garden, pisó el Real hace unos años con grandísimo éxito. Ahora lo tenemos aquí en una producción de la casa. Más motivos de orgullo.

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