'O.D.D.', un elogio de 'lo raro' y el arte trans(versal) concebido por Álex de la Croix

Temas: Activismo, Alex de la Croix, Arte, Diversidad, LGTBIfobia, No binario, Samantha Hudson, Trans, Valeria Vegas

Nace en Madrid O.D.D., la apuesta de Álex de la Croix para crear un espacio de reflexión y disfrute de lo queer en modo ciclo transversal: exposición de arte internacional, charlas, cine y experiencias sonoras a cargo de personalidades de esta nueva generación transformadora (y un poco transformista).

Parecen unas siglas, pero ‘odd’ significa ‘raro’ en inglés, y esta iniciativa no esconde su condición de experiencia en los márgenes; de apología de lo no normativo, de ruptura con los códigos que orientan a nuestros cuerpos y nuestros sexos hacia estructuras culturales binarias, no siendo esto ni necesario ni real ni aceptable.

“Todo surgió un verano en Indonesia. Conocí a una chica trans en un país islámico. No podía ni dedicarse a la tan manida prostitución porque su cuerpo no era normativo, no estaba sujeto al canon«, cuenta su creadora y comisaria, Álex de la Croix. «Eso me hizo cambiar el chip: esta doble exclusión, incluso dentro de la misma marginalidad, me llevó a asumir cuán distinta es la percepción de estas cuestiones dependiendo de dónde estés, y la imposibilidad de crear un discurso unitario de manera global, válido para todos y en todos los casos”.

O.D.D. comienza con una exposición de arte internacional en la sala independiente Nadie, nunca, nada no (C/Arganzuela, 9 · Madrid), con la vista puesta en cómo es el debate queer en otras latitudes y tradiciones culturales: el body-net-art transgénero y postcolonial de la taiwanesa Betty Apple, el activismo audiovisual de la ruandesa Rebecca Mucyo Uwamahoro; las legitimaciones identitarias frente a los poderes establecidos de la performer y activista indonesia Tamarra o las acciones de visibilidad de la compositora, diseñadora y performer mexicana Zemmoa.

Eso sí: todas las artistas, como no puede ser de otra manera hoy, aprovechan estratégicamente las redes sociales en pequeñas acciones micropolíticas y autorreferenciales, de resistencia individual. El acto de estar presente elevado a discurso global como denominador común.

El resto del programa, dadas las restricciones del presente, se abre multidisciplinariamente echando mano de personalidades nacionales de su bien nutrida red: figuras tan notorias como Valeria Vegas debatirán ante el público y por streaming los matices de las posiciones queer, al hilo de la proyección de sus trabajos audiovisuales en la Sala Equis (C/Duque de Alba, 4): desde el premiado documental Manolita, La Chen de Arcos (2016), de Vegas, a los cortos de Afioco o Ian de la Rosa, y, por supuesto, el recientemente estrenado Privilegiada, de Álex de la Croix.

Como colofón, la comisaria propone un fin de ciclo a caballo entre un concierto y un acto artístico sonoro, en la sala Casa Antillón (barrio de Carabanchel): del cabaret punk de Samantha Hudson a la exégesis folclórica de La Dani, pasando por la poética electro-conceptual de Rev Silver; un ejemplificador y desbocado programa a la medida de nuestra diversidad no binaria.