Jonathan Bennett denuncia homofobia en un resort de México que rechaza celebrar su boda por ser gay

Temas: Boda, Chicas malas, Homofobia, México, Visibilidad LGTBIQ+

Desde que salió del armario, el actor Jonathan Bennett (Chicas malas) no duda en hablar abiertamente de aquellos momentos en que se enfrenta a la homofobia. En un escalofriante relato, contó en sus redes sociales recientemente lo complicada que fue su adolescencia como chico gay.

Ahora, Jonathan Bennett ha vuelto a denunciar otro caso de homofobia que ha sufrido muy recientemente. Y es que él y su prometido, Jaymes Vaughan, no han podido celebrar la boda de sus sueños en el lugar soñado, el Palace Resorts de México, por ser homosexuales.

La pareja tenía muy claro que querían vivir un momento tan especial de sus vidas en un lugar acorde con su manera de sentir y sus valores. En un principio pensaron que el adecuado era ese idílico resort mexicano, aunque se dieron de bruces con la homofobia de sus responsables.

En una entrevista concedida a la revista The Knot Magazine, Bennett lo explica. «Cuando nos comprometimos, el dueño nos dijo que allí no podíamos casarnos porque somos dos hombres y va en contra de su moral«.

Y continúa: «Fue un golpe duro. En ese momento decidimos que nuestra boda era algo más grande que nosotros. Es nuestra boda, pero no se trata solo de nosotros», explica. «Se trata de la comunidad LGTBIQ+. Si queremos que esta boda haga mucho ruido es porque queremos dejar clara nuestra actitud».

De manera que rápidamente buscaron un nuevo lugar donde sí fuesen bien recibidos, y no discriminados por su orientación sexual. Finalmente, se han decidido por el hotel UNICO, un resort inclusivo en la Riviera Maya. «Por sus campañas publicitarias y sus redes sociales vimos claro que éramos bienvenidos», afirma Jonathan Bennett.

 

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Con la boda muy próxima, la pareja está muy emocionada con el paso que van a dar, según deja claro Bennett. «Queremos que las personas LGTBIQ+ se sientan bienvenidas tanto al celebrar su compromiso como su boda, que nadie se sienta alienado. Esa alienación tiene que desaparecer de las bodas gais», concluye.