Agresión homófoba a un menor en Vilagarcía de Arousa

Dan una paliza a un menor entre cuatro personas después de este dijera que era gay abiertamente ante sus agresores.

Agresión homófoba a un menor en Vilagarcía de Arousa
3 junio, 2021
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Parece que empezar el mes del Orgullo LGBTQI+ no sirve de nada. En menos de una semana se han producido nada más y nada menos que cinco agresiones homófobas consecutivas. Hace unos días nos levantábamos con la terrible noticia de que dos parejas de hombres eran agredidas en Barcelona hasta el punto de tener que intervenir a uno de ellos después de perder todos los dientes por los golpes.

El sábado, a esta oleada de delitos de odio se le sumaba el caso de un menor en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). ¿Cuántos más han de pasar por el trago de ser agredidos por su condición sexual? El chico de 15 años denunciaba hace unas horas en su cuenta de Instagram los hechos con un post y algunas fotos en las que se le veía con la cara entumecida y las manos magulladas por la paliza.

La Policía Nacional ha confirmado que la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) está investigando los hechos para localizar a los agresores. La organización gallega Avante LGTB se ha pronunciado sobre los hechos:

“El rechazo más fuerte a este tipo de actos que atentan contra nuestras vidas, así como contra la incompetencia institucional que nos deja sin protección. Sabemos que la intención de los agresores es callar y asustarnos, por eso nos posicionamos públicamente y sin miedo”.

El joven borró el post después de que superase los 13.000 likes y de un aluvión de comentarios de apoyo. Os dejamos con el testimonio del chico:

“Ayer, sobre las nueve de la noche, en Vilagarcía de Arousa, al lado del edificio de la Autoridad Portuaria, sufrí una agresión homófoba por parte de un grupo de cuatro chavales que me pegaron cuatro o cinco puñetazos en el ojo derecho y en la parte lateral izquierda de la cabeza. Todo esto ocurrió mientras daba un paseo con un chico y se acercó una pandilla a pedirle pipas. Yo, de manera totalmente inofensiva y sin intención de crear ningún problema (a modo de broma, evidentemente) le eché coca-cola en las manos a uno de los que se acercaron para pedirlas, repito, sin intención de pelearme con él ni con nadie. Una vez hecho esto, me empezó a insultar llamándome «maricón» y yo me largué de allí para no crear conflictos. Una vez nos estábamos apartando, nos empezaron a seguir, por lo que empecé a andar más rápido. En ese momento, una chica probablemente del grupo de los que me seguían, apartó al chico que me acompañaba porque dijo que le tenía que contar algo personal y que yo no podía estar delante. Yo me intenté acercar a ellos para refugiarme de alguna manera, pero el chico que me empezó a insultar anteriormente se presentó delante de mí con su pandilla y me empezaron a insultar de manera muy homófoba, yo no pude reaccionar ya que estaba muy nervioso y después de una pausa y más insultos, uno de los de la propia pandilla de chicos me preguntó si era gay, a lo que yo respondí que sí. Seguidamente, uno por uno, me empezaron a pegar tres o cuatro puñetazos en el ojo y en la cabeza mientras me dejaban ciego durante unos segundos. Antes de que me dieran el último puñetazo les intenté pedir perdón, pero no me dieron tiempo y me pegaron el último».

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