Les muxes, el tercer género de Oaxaca (y ejemplo de diversidad en México)

Temas: Diversidad, México, Oaxaca, Turismo LGTBIQ+

Una de las experiencias más especiales en el viaje a México de Oriol Pàmies fue la visita a un poblado de muxes, en donde pudo conocer a algunes de estas personas, que representan un tercer género.

Fue histórica una portada de Vogue México en diciembre de 2019 que protagonizó una ‘muxe’. Un término que deriva de la palabra ‘mujer’ y que representa a personas que no actúan de acuerdo a los convencionalismos que se les imponen por la idea tradicional de género.

Representan un tercero que es totalmente aceptado y respetado en México, y son originaries del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca. Son un gran ejemplo de diversidad, y Shangay acompañó a Oriol Pàmies para conocer de primera mano sus historias. “Compartir tiempo con personas de la comunidad muxe es un regalo”, afirma Oriol.

“Visitamos la zona del Istmo y pasamos un tiempo en Juchitán de Zaragoza, donde principalmente residen. Desde hace siglos, en esta comunidad los muxes son considerados miembros muy valiosos de la sociedad”. Otro ejemplo de que el género no es más que una construcción.

A Oriol Pàmies le rompió muchos esquemas la visita a Juchitán de Zaragoza, donde pudo compartir tiempo con varies muxes, como el pintor Francisco Monterrosa, un artista plástico de gran éxito en Japón. “Existen muxes hombres y muxes mujeres, ambos con un compromiso y un amor inmenso por el cuidado de los suyos. Nos hicieron sentir como en casa”, recuerda Pàmies.

También conoció a Estrella Vázquez, la muxe que fue portada de Vogue. “Estuvimos con ella y su madre en casa. Victor (Galleta), un muxe hombre, nos cocinó comida istmeña deliciosa”.

Los muxes desempeñan funciones socialmente reconocidas y de gran prestigio, tanto en la familia como en el ámbito público: representantes políticos, organizadores de eventos culturales, artesanos, diseñadores y bordadores de trajes regionales, artistas…

Los muxes son un ejemplo de lucha y de diversidad, rompiendo con estereotipos de género. Conocerles es una experiencia única, que merece la pena vivir cuando se visita Oaxaca.