Sostenibilidad y estética pueden darse la mano en tu cocina

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Si algo nos ha enseñado la pandemia del coronavirus es que debemos aprender a valorar lo que tenemos. El ritmo frenético del día a día nos estaba llevando a un estilo de vida efímero, en el que estábamos dejando de lado valores importantes y el cuidado de algo tan preciado como la propia Tierra.

Todas las personas estamos estamos en el mismo barco hacia un futuro sostenible y saludable para todas. Un interés que comparten también muchas empresas que han cambiado su cadena de valor y optado por utilizar materiales renovables o reciclados, reducir sus residuos y trabajar con una energía más limpia.

Un claro ejemplo de esto lo vemos en IKEA, donde trabajan para reducir el número de productos que se desechan, fomentando su segunda vida. A través de su servicio de compraventa de muebles de segunda mano aseguran un nuevo hogar a los productos que ya no necesitan sus propietarios. Además, en España ya han puesto en marcha un servicio de alquiler de muebles para empresas. Un servicio flexible y sostenible ya que, cuando no se necesiten los muebles, IKEA les proporciona una nueva vida.

Por si esto fuera poco, la firma ya está trabajando para que en 2030 el 100% de sus productos sean de materiales reciclables o reciclados. Reducir su huella medioambiental es una prioridad para IKEA, por eso sus productos suelen aportar soluciones asequibles para el ahorro de agua y energía, la producción de energía renovable y la separación de recursos.

Esta implicación la podemos poner en práctica en espacios de nuestro hogar como las cocinas, gracias a colecciones como FRÖJERED, cuyos frentes de bambú no solo acercan la naturaleza a tu cocina, también realzan las líneas de la estancia y le dan un aspecto diáfano y moderno. Porque sostenibilidad y estilo pueden ir de la mano.

Los mencionados frentes están elaborados con bambú, un material duradero, renovable y sostenible porque crece muy rápido sin que haya necesidad de replantarlo. De esta forma se hace un uso de la madera mucho más responsable y se contribuye al cuidado del medio ambiente

El bambú es una madera dura, limpia, resistente y estable que no se raya, por lo que se puede decir que es el material ideal también para la mesa de comedor, como ocurre con el modelo VOXLÖV. Un mueble que permanecerá en nuestra casa durante mucho tiempo.

Otra opción similar es la cocina KUNGSBACKA, cuyas puertas están fabricadas con botellas de plástico recicladas. Al reciclar y transformar las botellas en láminas de plástico para la fabricación de frentes de cocina, el plástico sigue utilizándose durante al menos 25 años.

Estas puertas no solo son sostenibles y estéticas, también son muy fáciles de limpiar y son resistentes a cualquier golpe e impacto.

Como se puede ver, el bambú, los tallos de palmera nipa, fibras naturales como el corcho, junco marino, ratán o los mencionados materiales desechos y reciclados de otros objetos son algunos de los materiales innovadores que ha incluido IKEA a su método de producción. Ideales para crear increíbles muebles y elementos prácticos y decorativos con los que no solo estamos haciendo de nuestro hogar un lugar más atractivo y acogedor, también estamos ayudando a conseguir que ese futuro que todos esperamos sea mucho mejor y más sostenible.