Whisper, el más reciente single del trío Sweet California, es muy especial para Alba, Sonia y Tamy. Porque supone el inicio de una nueva etapa, en que llevan la independencia y la visibilidad –en el caso de Alba, LGTBI– por bandera.
Con nuevo álbum en el horizonte, confiesan que están muy contentas de lo que supone esta vuelta tras dos años de silencio musical. Mucha gente daba por hecho que Sweet California habían desaparecido, pero no. “Como va todo tan rápido, te da miedo que se olviden de ti”, dice Alba. Y Sonia añade: “Siendo una girl band, aún pasa más. Ya llevábamos tiempo escuchando cosas como ‘¿se habrán separado?”. Pues no.
SHANGAY ⇒ Volvéis fuertes con Whisper…
ALBA ⇒ Era la idea volver con un pelotazo, ya que llevabámos tanto tiempo sin sacar nada. Para que nos ubiquen y darle toda la visibilidad posible a la canción este verano.
TAMY ⇒ Es evidente que queríamos mostrar lo que hemos cambiado, porque hemos crecido, como nuestros fans. A medias tintas no íbamos a volver.
«Estamos superseguras de querer continuar con el proyecto»
SHANGAY ⇒ ¿Habéis estado muy limitadas hasta ahora para tomar decisiones?
SONIA ⇒ Sí. Hemos tenido que superar bastantes obstáculos. En lo musical no tanto; de una manera u otra, nos hemos saliendo con la nuestra. Aunque es verdad que ciertos temas no los hemos podido grabar porque pasaban por determinados filtros, y en ocasiones las canciones que nos llegaban eran algo así como los restos. Por suerte, ahora ya todas las decisiones las tomamos nosotras. Sin filtros.
SHANGAY ⇒ ¿Os daba miedo tomar las riendas?
ALBA ⇒ Sí y no. Lo que no era normal era seguir haciendo ciertas entrevistas, aliarnos con determinadas marcas…, que ya no eran acordes con nuestra manera de pensar. Nos daba miedo continuar por ahí, porque los seguidores se daban cuenta de que hacíamos cosas que no eran propias de nosotras.
SONIA ⇒ Era frustrante tener que aceptar algunas propuestas. Y tragábamos después de pelear. En nuestros inicios, tuvimos un mánager que fue clave; el siguiente fue un desastre.
TAMY ⇒ Nuestros peores años fueron los dos que trabajamos con ese señor, y nos pasaron factura. De la compañía nos fuimos contentas, porque se terminó una relación de la mejor manera posible y conseguimos cosas muy positivas con ella. Ahora, por suerte, contamos con un equipo que rema en la misma dirección que nosotras. Pese a todo lo que hemos sufrido, aquí estamos, superseguras de que queremos continuar con el proyecto.
SHANGAY ⇒ ¿Aprovechasteis el parón de la pandemia para situaros de nuevo?
SONIA ⇒ Sí, necesitábamos reubicarnos musicalmente y ver realmente qué queríamos hacer y con quién. El parón fue jodido, para todos, y además tuvimos que empezar a luchar por nuestras cosas con abogados para terminar con ese segundo mánager, que es algo que la gente no sabe. Ya está todo solucionado.
«Es muy complicado, entre el machismo y el patriarcado, que se nos reconozca frente a artistas masculinos»
SHANGAY ⇒ ¿Por qué Whisper como primer single?
ALBA ⇒ Queríamos que fuese una canción icónica y bailable de electro-pop, de esas que se te quedan en la cabeza a la primera. Hacía mucho que no cantábamos en inglés. Y en el vídeo quisimos plasmar todo lo que hemos pasado a través de una simbología muy fácil de pillar.
SHANGAY ⇒ Claro, lo ambientasteis en una cárcel…
ALBA ⇒ Sí. En el momento en que queremos hacer un cambio, nos detienen [risas]. Y nos quieren tener ahí tranquilitas, sin avanzar. Pero no, nos volvemos más salvajes y terminamos por destruirla.
SHANGAY ⇒ Me parece vergonzoso lo que cuesta que la industria reconozca con premios los logros de las girl bands aun a día de hoy…
SONIA ⇒ De las girl bands se da por hecho que nunca van a funcionar a largo plazo. Tienes que demostrar el triple…
TAMY ⇒ Es muy complicado que se nos reconozca frente a artistas masculinos. En cuanto compites con hombres, olvídate.
SONIA ⇒ ¿Y por qué en las alfombras rojas siempre se tiene que elegir a las mejor y peor vestidas, pero a ellos rara vez se les incluye?
TAMY ⇒ Diré dos palabras: “machismo” y “patriarcado”. Se critica tanto todo que al final te pueden hundir.
«Nos llegaban cartas de jóvenes LGTB y nos sentíamos mal porque Alba, que habría sido un referente para ellos, no podía hablar»
SHANGAY ⇒ ¿Habéis llegado a pensar en algún momento en tirar la toalla?
AL UNÍSONO ⇒ No.
SONIA ⇒ Y teníamos motivos para hacerlo… [risas].
ALBA ⇒ Lo que tenemos las tres a nivel personal no es fácil de conseguir. Que las tres veamos tan claro lo que queremos, que respetemos tanto la música, que nos llene tanto subirnos juntas a un escenario y que no tengamos problemas entre nosotras es clave para que ninguna zancadilla pueda con nuestras ganas de seguir remando.
SONIA ⇒ Empezamos haciendo bolos para treinta personas, eso te va enseñando. Todos los artistas tienen subidas y bajadas, y mientras quede una persona que quiera escucharnos, aquí seguiremos. Obviamente, queremos cuanta más exposición, mejor, pero podemos con todo lo que se nos venga encima.
SHANGAY ⇒ Es evidente que ahora habláis de otros temas con soltura. Por ejemplo, Alba, no ha sido hasta ahora que te has visibilizado como persona LGTBI… ¿No lo hiciste antes por presiones?
ALBA ⇒ Como ya puedo hablar, te lo cuento [risas]. Con mi orientación sexual nunca he tenido problemas, ni con mi familia ni con mis amigos ni nada. Siempre lo he llevado estupendamente. Entré en el grupo y el equipo que nos llevaba no vio bien que me pudiera convertir en un referente LGTB para el tipo de público al que íbamos dirigidas. No teníamos opción de imponer nada y dije “vale”. Se omitió el hecho y lo fui esquivando en preguntas tipo “¿cómo te gustan los chicos?”. Anda que no hay memes míos por ahí con eso [risas].
Me fui cansando del tema, y seguía proponiendo que me dejaran hablar abiertamente de ello, pero me seguían aconsejando que no. No fue algo que me impusieran en ningún momento, pero me lo recomendaban… Llegó la pandemia, hicimos un montón de cambios, ya nadie me podía decir nada y lo compartí de la manera más natural [su pareja es la cantante María Pelaé].
TAMY ⇒ Nos llegaban muchas cartas de niñas y niños, de distintos países, que eran gais, lesbianas, transexuales…, que no sabían cómo enfrentarse a su situación personal. Nos hacía sentir mal, porque Alba podría haber sido un referente muy importante para todos ellos, y no podía ser.
ALBA ⇒ Podría haberles ayudado mucho, sí. Bueno, ahora ya es todo distinto. Ahora sí podré.