Del 12 al 22 de agosto, Copenhague se convierte en la capital mundial del Orgullo LGTBIQ+, dado que va a albergar nada menos que el WorldPride y los EuroGames. Contará además con la ciudad sueca de Malmö, separada únicamente den la capital danesa por un puente, como segunda sede de los mismos.
Para palpar el ambiente previo, visitamos Copenhague hace unas semanas, y en dicho viaje de prensa pudimos comprobar cómo la capital danesa se prepara para unos días tan especiales. Este reportaje no quiere ser tanto una enumeración de datos –para conocer al dedillo todo lo que va a suceder, os remitimos a la web oficial– como un repaso a las sensaciones que nos transmitió la ciudad que acoge este mes el WorldPride y los EuroGames.
Copenhague fue una de las sedes de la reciente edición de la Eurocopa de fútbol. Servidor no pudo llegar en fecha más señalada que el día en que España jugaba allí contra Croacia, el 28 de junio, jornada del Orgullo LGTBIQ+ a nivel mundial. El vuelo desde Madrid, lleno de hinchas, y nada más llegar al hotel –el espectacular Villa Copenhaguen (cuyo hall preside una escultura de Jaume Plensa)– la primera pregunta que me hicieron en recepción fue: “¿Viene usted al partido? Mi cara –en ese momento, un poema– respondió sin necesidad de abrir la boca.
Para tomar contacto con la ciudad y aprovechar un rato libre, decidí ir a tomar algo al cercano Oscars, uno de los locales LGTB más populares de Copenhague, situado en la llamada Rainbow Square –así rebautizada en 2014–, y presidida por una enorme bandera arcoíris. Cuenta con una espectacular terraza exterior –qué buen tiempo hacía, por cierto–, y, para mi sorpresa, en el interior había un público de lo más diverso concentradísimo en el partido de España. Parejas gais, heteros, un par de drag queens, una elegante señora trans de la edad de Madonna aproximadamente… Es lo más destacable del lugar, la diversidad reina –el fútbol, por suerte, solo esa tarde–.
A la mañana siguiente, primera de varias visitas durante esos días a las oficinas centrales de Copenhagen 2021. Es un espacio de lo más amplio y diáfano, más de treinta personas trabajando en un llamativo silencio, solo interrumpido por el sonido de teléfonos móviles. Allí se nos informó con detalle sobre el amplísimo programa de actividades, relacionadas con el activismo, la cultura y el deporte, que van a tomar las calles y los canales de Copenhague, como sucederá también en Malmö.
Un inciso. Algo muy llamativo de la visita a Copenhague fue comprobar la ausencia de mascarillas, tanto en interiores como en el exterior. A las personas que viajábamos de otros países nos delataba al principio su uso. Pues no, hace ya mucho que su uso es discrecional –salvo en el transporte público–. Eso sí, hay que estar preparades, incluso en en restaurante del hotel o en la entrada a bares, para que te soliciten una PCR negativa para poder entrar. Lo bueno es que se han instalado innumerables centros para podersela hacer –de manera gratuita– durante las 24 horas del día. Así que no hay excusa.
Volvamos a las oficinas de Copenhaguen 2021. Primera sorpresa para mí: en plena entrada luce un ejemplar del Shangay Voyager cuya portada dedicamos a la ciudad y a avanzar los primeros detalles de este inminente WorldPride. A continuación, toca conocer a fondo el programa de actividades, completamente adaptado a la realidad covid de este momento –lo que implica que se ha tenido que ir variando el programa y su alcance continuamente durante los últimos seis meses–.
Cuatro bloques interconectados dan forma al intenso programa, los dedicados específicamente al WorldPride y los EuroGames y los centrados en artes/cultura y derechos humanos. Con el lema #YouAreIncluded, Copenhaguen 2021 tiene claro que quiere dejar una huella a nivel mundial. Por eso quiere abrir su web a todo el mundo, para que cualquiera pueda compartir mensajes, disfrutar de los streamings de sus actividades y vivir este WorldPride con la intensidad, esté o no en Dinamarca.
Dado el momento que vivimos, y que las aglomeraciones son inviables, se ha optado por diversificar los actos y aprovechar al máximo las posibilidades de la ciudad, para que los escenarios sean muchos y adaptados a un número controlado de personas. De manera que en la plaza del ayuntamiento, donde siempre se coloca un enorme escenario y tienen lugar los actos más masivos de cada Orgullo, este año albergará food trucks y actividades minoritarias. Un ejemplo de adaptación.
De igual manera, el desfile del WorldPride del sábado 21 de agosto partirá de cinco puntos distintos de Copenhague, con las asociaciones y resto de participantes divididos en cinco grupos, para lograr controlar al máximo la participación. Y quienes quieran disfrutar al aire libre de los conciertos especiales que tendrán lugar al terminar la marcha desembocarán en zonas controladas para cada grupo de manifestantes, evitando que se mezclen. Todo está muy pensado de cara a este macroevento.
Nuevo inciso. Con los clubs cerrados, el ocio LGTBI se limita a un contado número de locales. Aunque, como es tan habitual en los países nórdicos, lo que predomina es la mezcla, sea en sitios exclusivamente LGTBI o no. Porque incluso al mítico Centralhjørnet, el bar de ambiente más antiguo de Dinamarca –y ellos presumen que del mundo– también acuden turistas heteros con ganas de cotillearlo –y merece la pena hacerlo, desde luego, porque es un paraíso marica-kitsch–.
Uno de los clubs LGTBIQ cerrados debido a la pandemia.
En la calle Studiestræde, la diversión está más que asegurada en locales como Jaihouse CPH –ambientado como una cárcel, con los camareros vestidos de policía (y, ojo, se puede fumar dentro, por curioso que resulte)– y Masken Bar. Para amantes de zonas de ocio más cosmopolitas, imprescindible una visita a Refen –con bares y cafés en una zona industrial rehabilitada, com impresionantes vistas al puerto– y Nyhavn –una calle con solera junto al canal llena de posibilidades–.
El programa de actividades culturales y festivas no tiene desperdicio, e incluye una diversa variedad de nombres y propuestas. Resultan de primeras muy llamativo el denominado Fluid Festival –con charlas y actuaciones por parte de personas no binarias y genderqueer– y Rainbow Children –dedicado especialmente a niños que ya expresan su disconformidad con las normas cis y heteronormativas–.
Dos eventos muy esperados son la Drag Night –uno de los puntos álgidos del Orgullo de Copenhague–, que tendrá lugar el viernes 20 de agosto, con más de 25 drag queens y kings tomando el escenario, y el concierto de clausura del WorldPride y los Eurogames. Si en días previos ya habrán actuado artistas como Princess Nokia, en la gala final estarán Todrick Hall y Keep Dancing Inc, con alguna sorpresa por confirmar. Las actuaciones se llevarán a cabo en una sala cerrada, pero se retransmitirán tanto para la gente que haya participado en la marcha en Faelledparken como en streaming para todo el mundo.
Un inciso más. Como resulta imprescindible hacer una ruta en barco por el canal para descubrir desde otra perspectiva Copenhague, allá que nos llevaron. Y los chicos de la empresa Hey Captain, además de estar tremendos, resultaron ser de lo más LGTBfriendly, con lo cual la charla durante las dos horas de viaje resultó de lo más reveladora. De nuevo, personas hetero tan interesadas en lo que va a suponer el WorldPride y los EuroGames –de hecho, nos llevaron hasta una de las zonas en donde tendrán lugar las competiciones acuáticas– como cualquiera de nosotros. Sí, el compromiso y la expectación es real allá donde vayas en Copenhague.
De nuevo, la visita al exquisito salón de té A.C. Perch’s Teashop, fundado en 1835, nos lo demostró. Este año han decidido lanzar una edición especial para celebrar el WorldPride llamado EqualiTEA, y allá que fuimos a probarlo –y nos lo regalaron para llevar de vuelta a casa, todo un detalle–. Allí conocimos también al artista Martin Schwartz, que ha creado un póster especial–y un puzle– con una imagen que representa la diversidad de la ciudad utilizando edificios emblemáticos de Copenhague que tienen su peso en la lucha LGTBIQ. También nos lo regaló.
Me parece importante terminar hablando del foro de derechos humanos que ocupa un lugar relevante en esta celebración –como siempre, a caballo entre la capital danesa y Malmö–. En Copenhagen 2021 se han tomado muy en serio convertirse en referente por la lucha de la igualdad LGTBIQ+, y ha confeccionado un programa diverso y ambicioso para poner sobre la mesa las principales cuestiones que resultan problemáticas a día de hoy para lograrla en todos los rincones del mundo.
También confían en servir de ejemplo para futuros WorldPrides y EuroGames, y por eso se han comprometido a compartir su método de actuación a cualquier organización interesada en seguir sus pasos conociendo de antemano los protocolos que han llevado a cabo.
Especialmente orgullosos están de promulgar en este Pride una declaración mundial, la Øresund Declaration, en la que quedarán reflejadas todas las conclusiones de este encuentro, y los objetivos por los que luchar de aquí a 2030 a nivel global; se espera que se adhiera el mayor número de países posible, comprometidos con la igualdad LGTBIQ+. Sin duda, será un cierre perfecto a dos semanas que prometen ser muy intensas, y en las que Copenhague y Malmö se abren, más que nunca, al mundo.
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