A la cartelera de la Gran Vía madrileña acaba de llegar un nuevo musical, Tina, que cuenta la vida de una de las grandes estrellas del pop y el rock de las últimas décadas, Tina Turner. Stage Entertainment nos trae esta historia estrenada en el West End en 2018 y en Broadway en 2019, y ahora Madrid se convierte en una de las primeras etapas de su pronosticada larga andadura.
Es especial, ya que pocas veces se ha hecho una biografía escénica de una artista viva. La propia Tina Turner, a sus 81 años, ha colaborado en la dramaturgia firmada por Katori Hall, para contarnos, ayudada por sus grandes éxitos, la larga trayectoria vital de una estrella única.
Uno puede acercarse a este musical desde diferentes ángulos. A los que conocíamos su historia y hemos tenido la suerte de ver algún directo en los 80 de Tina (en Madrid actuó en 1981 y 1987), nos despierta al fan que llevamos dentro, y disfrutamos del espectáculo desde una perspectiva única. Los jóvenes que se acercan al fenómeno y descubren el tortuoso mundo de la cantante salen entendiendo mejor su música.
El montaje es espectacular y llega a su punto álgido en la representación de sus míticas actuaciones. Solo por disfrutar del número final, The Best, merece la pena la entrada. Sin duda, la producción musical es uno de los grandes aciertos del show. Pero en el desarrollo de la obra se cuentan tantas cosas que a veces da la impresión de que para entender tan larga vida se necesitaría convertirla en una serie de televisión de varias temporadas.
La historia comienza en la infancia de Anna Mae Bullock, con un guiño a las estrellas infantiles que dan un poco de buen rollo al tremendo drama que está por suceder. Una primera etapa de su vida, ya convertida en Tina Turner, rodeada de maltrato, que supera todas las palizas y se empodera para crear a la gran mujer que es la Tina Turner que triunfa en solitario en los 80.
El reparto es aceptable, con algunos intérpretes excepcionales, como Anna Lagares, su representante y amiga, y Ahisa Fay, la hermana mayor. Pero para hacer grande el show hacía falta una gran protagonista, y la encontraron en la piel de la barcelonesa Kery Sankoh, que brilla como el sol en los momentos estelares y consigue que mantengamos la atención incluso durante los baches de guion. Estos últimos suelen surgir cuando se canta en español alguno de los números, necesarios para entender la historia, pero que deslucen algunas canciones icónicas.
⭐⭐⭐⭐
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