Milena Smit: "Cuando me dijeron que iba a estar en una película de Almodóvar sentí que me estaban vacilando"

Temas: Cine, Entrevista, Pedro Almodóvar, Penélope Cruz

Con su primera película, No matarás, de David Victori, se convirtió en toda una actriz revelación. Estatus que Milena Smit revalida ahora con su personaje en Madres paralelas, de Pedro Almodóvar, en donde se mide cara a cara nada menos que con Penélope Cruz. Un salto de gigante para esta joven intérprete de 25 años, que ha dejado de ser una promesa.

Madres paralelas es un intensísimo drama que transcurre por varias vías, aunque la central es la que protagonizan Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smit), que interpretan a dos madres que coinciden cuando van a parir, y desde entonces se crea entre ellas un vínculo muy especial.

Penélope Cruz obtuvo la Copa Volpi en Venecia por su enorme trabajo, y en todo momento se ha mostrado muy generosa con su principal compañera de reparto, que logra mantener el tipo durante toda la película ante nuestra mayor estrella. Un logro digno de alabar.

SHANGAY ⇒ Vaya dos primeras películas… ¿Cómo lo estás viviendo?
MILENA SMIT ⇒ [Se le escapa una risa] Intentando asumir todo lo que está pasando. Me siento una privilegiada, porque estas dos películas han sido maravillosas, y tengo otras dos pendientes de estreno, una serie que tengo muchas ganas de que salga… No hace ni un año que estrené No matarás, el proceso una sido como una montaña rusa. Estoy feliz y muy agradecida.

«Este último año ha sido como una montaña rusa»

SHANGAY ⇒ ¿Qué se siente cuando Almodóvar te dice que estás dentro de su película?
MILENA SMIT ⇒ No te lo crees [risas]. Sientes literalmente que te están vacilando, «¿cómo?». Viví dos momentos de shock. Uno, cuando empecé a hacer las pruebas sin saber para qué proyecto era; lo descubrí prácticamente en el último casting. Otro, el momento en que me dicen, después de otras tantas pruebas, que finalmente me dan el papel. Cuando me dio el guion, [Pedro] firmó: «Querida Milena, eres Ana». Fue un momento precioso.

SHANGAY ⇒ ¿Te entró pánico o responsabilidad a partir de ese momento?
MILENA SMIT ⇒ Solo sentí emociones positivas y mucho amor. Me he sentido muy cuidada por todo el equipo desde el primer momento, por Pedro y Penélope, los primeros. Los míos eran nervios buenos, no sentía miedo por hacerlo mal. Si Pedro confiaba en mí era porque sentía que podía hacerlo.

SHANGAY ⇒ ¿Qué aprendiste de Penélope durante el rodaje?
MILENA SMIT ⇒ Todo. Es la película en que más he aprendido a nivel interpretativo. Y también he aprendido cómo enfrentarte a esta industria con la carrera que tienes. Para mí Penélope es un gran referente, y ver que es una persona tan normal, buena y generosa fue muy inspirador. Es a lo que aspiro, a trabajar en lo que me gusta y seguir siendo la persona que deseo.

«Soy una llorica, me pasé el rodaje llorando»

SHANGAY ⇒ Almodóvar dijo que no deseaba ver excesivas lágrimas en vosotras… ¿Lloraste menos de lo que te hubiera gustado?
MILENA SMIT ⇒ ¡Joder, ya te digo! Hubo escenas en las que se me saltaban las lágrimas y, de repente, Pedro decía: «No, Milena, no. Es que no podemos llorar, porque si lloras…», bueno, no quiero hacer spoilers… Hubo momentos en que cortábamos y Penélope y yo nos abrazábamos y nos echábamos a llorar. En la peli, que se vea, apenas lloro, pero en el rodaje lloré lo que no está escrito, prácticamente todos los días. De emoción y también de alegría. Llegaba a casa algunos días muy contenta del pedazo de escena que había hecho y, como soy una llorica, pues me daba por ahí.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo fue volver a la adolescencia en la ficción?
MILENA SMIT ⇒ Muy interesante. Porque mi adolescencia fue un poco quinqui y macarrilla, y aquí me reencontré con la que me hubiera gustado tener. No quisiera haber vivido la situación traumática de Ana, pero sí esa cosa inocente y pura del personaje, porque es muy tierna. Es verla y me vuelvo a encariñar de ella.

SHANGAY ⇒ ¿Te gustó experimentar con la androginia?
MILENA SMIT ⇒ Me encantó. Amo mi pelo largo, la verdad, y pensaba que me podría costar, pero no. De hecho, no descarto que en algún momento se me vaya la cabeza y me lo corte, aunque no será pronto.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo viviste la relación «de pareja» tan atípica que se crea entre Janis y Ana?
MILENA SMIT ⇒ La relación personal que tuvimos fue de una confianza absoluta; las dos nos entregamos, nos cogimos de la mano y nos significábamos mucho la una con la otra. Rodar esa «relación» con ella ha sido increíble. Porque, además, el guion estaba muy vivo, y después de cinco meses de ensayos, en los que habíamos trillado cada escena, el hecho de encontrarte emociones y sensaciones nuevas solo mirándola era como si te florecieran cosas por dentro. Creamos una dinámica que me gustó mucho.

SHANGAY ⇒ Como es habitual en el cine de Almodóvar, las etiquetas son lo de menos ante la relación que se crea entre los dos personales, y se naturaliza completamente la bisexualidad…
MILENA SMIT ⇒ Yo creo que es amor [lo que se tienen]. La película es un acto de amor continuo. Podría haber vivido lo mismo con un chico, qué más da.

«Mi película favorita de Almodóvar es Volver, y mi madre preferida, Raimunda»

SHANGAY ⇒ Es más pura tu Ana que Janis…
MILENA SMIT ⇒ Es que Ana es muy joven. Le han pasado cosas duras, pero a pesar de ello tiene un aura bonita y limpia; es una niña buena que todavía es muy inocente. Janis tiene otra edad, la vida es así. No siempre tomamos las mejores decisiones, ni somos perfectos. Ella comete más errores, toma alguna decisión equivocada, pero es que ponte tú en su situación… Aunque empatizas igualmente.

SHANGAY ⇒ ¿Cuál es tu madre favorita del cine de Almodóvar?
MILENA SMIT ⇒ Raimunda [de Volver], sin duda.

SHANGAY ⇒ ¿Y tu película preferida suya?
MILENA SMIT ⇒ Volver. Ahora entiendes mejor por qué ha sueno un sueño trabajar en Madres paralelas, ¿no? Porque tras el shock de saber que iba a hacer la película con Pedro, llegó el de saber que iba a trabajar con Penélope, que fue como «vale, o sea…».

SHANGAY ⇒ ¿Te conocías perfectamente el cine de Almodóvar ya?
MILENA SMIT ⇒ Lo he ido descubriendo a medida que he ido rodando. Soy joven, y tengo mucho cine por descubrir, no solo de Almodóvar. Desconocía muchas de sus películas, y me ha encantado ir descubriéndolas a la par que iba conociéndole. Y descubrir referencias y cosas que veía en su manera de trabajar con nosotras.

SHANGAY ⇒ ¿Te sientes orgullosa de ver que te has podido medir con Penélope y no te come en pantalla?
MILENA SMIT ⇒ Es un orgullo en general haber vivido todo el proceso con ella, incluida la promoción. Porque ha supuesto entrar en una burbuja que me ha permitido reconectar con cosas que vivimos antes.

«Hubo un momento en que me costaba afrontar las cosas, ahora soy feliz plantándoles cara»

SHANGAY ⇒ ¿Qué fue lo más duro de rodar?
MILENA SMIT ⇒ Es que no quiero hacer spoiler… Hay un bloque, que rodamos durante una semanita, cuando sale toda la trama a la luz debido a un punto de inflexión. Las dos nos apoyamos mucho, y Pedro estuvo muy pendiente, acompañándonos. Es que lo sigo viendo y no puedo evitar emocionarme y reconectarme con lo que viví.

SHANGAY ⇒ ¿Te apetece ser madre después de lo que has vivido en la ficción?
MILENA SMIT ⇒ Sí, pero de momento, solo en la ficción [risas]. Fue interesante descubrir esa faceta, porque no soy madre, y es mi primer papel como tal. Es real lo que dicen del instinto maternal, que de repente te sale. Rodando el parto, sentí esta cosa que me provoca escalofríos solo de pensarlo… Pensaba que iba a salir de mí algo de verdad [risas].

SHANGAY ⇒ ¿Eres una mujer de secretos como Janis o te sientes más cerca de tu Ana?
MILENA SMIT ⇒ Creo que de Ana. Hubo un momento en mi vida en que me costaba mucho más afrontar las cosas y me las guardaba para mí. O intentaba evitar ciertas situaciones porque me resultaba difícil enfrentarme a ellas. Ahora soy más feliz plantándoles cara.