Muchas personas piensan que una cena a base de varias piezas de fruta es ligera y no engorda, sin embargo… es mentira.
Lo cierto es que este hábito de acostarse después de haber comido fruta, si lo mantenemos a largo plazo, es probable que nos haga coger peso.
La fruta es hidrato de carbono, y este nutriente tiene el objetivo de proporcional energía a nuestro organismo. Además, con la fruta la energía se aporta muy rápidamente en forma de glucosa en el torrente sanguíneo al poco de ingerirla, ya que la mayoría son de alto índice glucémico (sobre todo los zumos ya elaborados).
La pregunta es: ¿Necesitamos una alta cantidad de energía en forma de glucosa para ir a descansar durante horas? Claramente, la respuesta es NO.