'West Side Story': Steven Spielberg estrena la gran película de las Navidades

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Es uno de los estrenos más esperados del año. Spielberg firma una nueva adaptación del clásico musical West Side Story. Una espectacular película que cuenta con una banda sonora magistral y que ha recibido cuatro nominaciones a los Globos de Oro.

Nos debía Steven Spielberg un musical a la altura de su genio como cineasta. Tras su leve coqueteo con el género en la muy reivindicable El color púrpura (1985), por fin estrena su esperadísima adaptación de un clásico a prueba de modas. Y es que West Side Story está considerado uno de los más brillantes musicales de la historia. Un clásico de Broadway que ya fue adaptado al cine en 1961 por Jerome Robbins y Robert Wise, y que logró diez Oscars.

 

Steven Spielberg ha querido dar nueva vida a esta vibrante adaptación libre de Romeo y Julieta que cuenta una historia de rivalidades callejeras y primeros amores en el Nueva York de 1957. Fue uno de los primeros musicales que descubrió el genial director siendo un niño, y le marcó para siempre.

Ha contado durante la promoción del film que el disco de la banda sonora se lo regalaron sus padres cuando tenía 10 años. Su padre vio varios montajes de West Side Story a lo largo de su vida pero, desgraciadamente, falleció a los 103 años cuando Spielberg todavía estaba montando su película y no pudo llegar a verla. Por eso la película se cierra con la dedicatoria “For Dad”, en homenaje a su memoria.

West Side Story fue creado por un grupo de legendarios nombres en la historia del musical. El libreto lo firmó Arthur Laurents, la música es de Leonard Bernstein, las letras, del recientemente desaparecido Stephen Sondheim, y Jerome Robbins creó el concepto y la coregrafía, y dirigió el montaje original (también codirigió la primera adaptación cinematográfica).

En esta ocasión, Steven Spielberg también se ha rodeado de un gran equipo creativo. El guion lo firma el gran escritor y dramaturgo Tony Kushner, que ya colaboró con Spielberg en la extraordinaria Munich (2005) y en Lincoln (2012). Justin Peck ha coreografiado los números musicales, y el director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, Gustavo Dudamel, ha dirigido la grabación de la icónica banda sonora, repleta de clásicos, como Maria o Tonight.

En esta reinvención, Spielberg ha apostado por un reparto repleto de caras nuevas con mucho futuro por delante. Ansel Elgort y Rachel Zegler encarnan a la pareja protagonista, Tony y María. Les acompañan, entre otros, Ariana DeBose como Anita, David Alvarez como Bernardo, Mike Feist en el papel de Riff y Josh Andrés Rivera en el de Chino. Y resulta obligado destacar la presencia de Rita Moreno, que ganó un Oscar en la primera versión cinematográfica dando vida a Anita, y que a sus espléndidos 90 años interpreta ahora a Valentina, la dueña de la tienda en que trabaja Tony.

Un cast de lo más coral para contar la historia de la rivalidad entre los Jets y los Sharks, y el amor que surge entre dos jóvenes que desafían esa hostilidad que, por sus distintos orígenes, haría imposible su relación.

La reacción de la crítica internacional no ha podido ser más positiva. No solo destaca el virtuosismo de Spielberg tras la cámara. Era de esperar que con un guionista como Tony Kushner, siempre tan comprometido con las minorías, el mensaje que subyace en esta historia se viera reforzado. Porque nos recuerda que una de las grandes lacras de Estados Unidos sigue siendo el racismo.

El director no solo ha apostado por mantener la esencia melodramática de la historia y utilizar su virtuosismo visual para engrandecerla, también ofrece una lectura contemporánea, y resalta la discriminación que sufren los protagonistas puertorriqueños. Porque los clásicos pueden seguir dialogando con nuestro presente. La inventiva de Steven Spielberg está presente de principio a fin en su West Side Story.

Lo demuestran ejemplos como el de un número tan icónico como America. El director ha declarado que para él es el mejor momento de la película de 1961, que considera impecable. De manera que decidió partir de cero a la hora de montarlo, así que apostó por que se desarrollara a plena luz del día en exteriores –algo que resultó muy duro para los actores, ya que el rodaje coincidió con una ola de calor en Nueva York–.

Si en el film de Wise y Robbins ese número supone una celebración exclusivamente de las chicas y los Sharks de sus raíces y de su deseo de sentirse aceptados como iguales en Estados Unidos, aquí es todo un barrio el que celebra sus orígenes. Una de esas decisiones artísticas que le dan entidad propia a una película que ya ha logrado cuatro nominaciones a los Globos de Oro, y se postula como una de las favoritas para la próxima edición de los Oscars.