Comenzamos nuestra charla con el waterpolista Víctor Gutiérrez haciendo un balance de 2021, y aunque ha sido un año “complicado, con sus luces y sus sombras”, para él “termina de la mejor manera posible”.
Es entonces cuando nos cuenta emocionado cómo vivió que el Ejecutivo de Pedro Sánchez le eligiera hace unos meses para ponerse al frente de la Secretaría LGTBIQ+ del PSOE, la primera de la historia dedicada exclusivamente al colectivo. “Llevo años haciendo activismo a través de mi testimonio y mi experiencia en el deporte. Pero a raíz de la entrada de Vox en las instituciones, me hice militante del PSOE, que es el mejor lugar para defender las ideas y valores en los que creo. Ahora estoy muy agradecido de que el partido, que tiene referentes, como Pedro Zerolo haya visto en mí la persona sobre la que recae la responsabilidad del colectivo. Es todo un honor, y lo estoy viviendo con muchísima humildad y ganas. No era algo que esperase, pero en la vida a veces pasan estos trenes, y no me lo pensé ni un segundo”.
Desde que saliera del armario públicamente en una portada de Shangay en el año 2016, Gutiérrez se ha convertido en un claro referente para el colectivo, y en defensor de los derechos y libertades del mismo. Y ahora, desde la política, quiere sentar las bases de un futuro diverso e igualitario. “En primer lugar, hay que darle respuesta y prestar mucha atención al incremento de delitos de odio. Esto tiene una clarísima relación con los mensajes que legitiman los comportamientos que escuchamos cada día, no solo desde las instituciones, también en televisión. No podemos permitir que la LGTBIfobia campe a sus anchas”, nos explica.
“También vamos a darle prioridad al ámbito rural, porque ser una persona LGTBI en una gran ciudad es complicado, pero lo es todavía más en sitios pequeños donde hay menos campañas de visibilización, menos empatía, y donde poner una denuncia es más difícil”.
Y continúa diciéndonos que, por supuesto, van a poner el foco en el mundo deportivo. “Soy perfectamente consciente de todo lo que hay que hacer para conseguir que el deporte sea un espacio seguro para las personas LGTBI, porque, desgraciadamente, es un ámbito en el que todavía no somos visibles, y existe mucha LGTBIfobia”.
Él lo sabe de primera mano, sobre todo tras denunciar el pasado mes de abril una serie de insultos LGTBIfóbicos durante un partido de waterpolo. Una agresión que desembocó en la primera sanción del deporte profesional por este tipo de insultos. “Mi denuncia ha sido un pasito más, para mí es un orgullo. Estamos viviendo un momento en el deporte, al menos en el waterpolo, en que no se están dejando pasar este tipo de comportamientos, y se está dando respuesta”.
Aunque, evidentemente, no se puede bajar la guardia. “Esto me ha pasado a mí, que soy una persona visible, tengo 30 años, llevo haciendo activismo muchos años y el insulto de un compañero no me va a cambiar la vida. Pero, desgraciadamente, eso no es lo que les pasa a muchos chicos y chicas jóvenes que aún no tienen seguridad en sí mismos. Este tipo de agresiones pueden afectar gravemente. De hecho, las tasas de suicidio en menores son altísimas. Eso me hizo tomar conciencia de que no podemos normalizar ni justificar agresiones de ningún tipo, hay que denunciarlas, plantarnos y trabajar por que acaben”.
Este es el claro camino a seguir, un rumbo que encuentra muchas trabas en el actual panorama sociopolítico. “Los discursos políticos están adquiriendo un tono muy bélico. Pero precisamente eso tiene que hacer que nos demos cuenta de que ahora, más que nunca, debemos mantener la lucha. Hay una generación, entre la que me incluyo, que ha nacido con ciertos derechos por los que no ha luchado. Y es muy importante que eso no nos haga perder de vista que esos derechos se están utilizando como moneda de cambio. Vemos cómo Vox pide que recorten nuestras libertades a cambio de un sillón”.
Los derechos se disfrutan, pero también se defienden y pelean
Es un escenario que hace tan solo unos años parecería improbable, pero si algo ha demostrado la ultraderecha en España es que “saben que cuanto mayor sea la burrada, más virales van a ser. Y el problema es que eso acaba provocando que mucha gente se empodere y salga a la calle con actitudes LGTBIfóbicas. También hay que apelar a la responsabilidad de partidos como el PP, porque es importante que no entren en ese juego y defiendan lo que nos ha costado tanto conseguir”.
Precisamente el Partido Popular, con el apoyo de Vox y Ciudadanos, ha tomado hace unos días la alcaldía de Torremolinos, referente LGTBIQ+ nacional por excelencia, al prosperar la moción de censura que presentó el pasado 2 de diciembre. “Es una desgracia. La gestión de Pepe Ortiz al frente del Ayuntamiento de Torremolinos ha sido excelente. No solo ha eliminado la deuda que arrastraba, sino que lo ha posicionado de nuevo en el mapa nacional e internacional como destino LGTBI. Yo he veraneado allí toda mi vida y tengo una casa, y desde el año 2015 hemos vivido un renacer del municipio, y eso es porque se ha apostado por que Torremolinos volviese a ser ese espacio de libertad, y se ha recuperado la memoria, que es algo que desgraciadamente no se hace a menudo. En el Pasaje Begoña de Torremolinos tuvo lugar una de las mayores redadas contra el colectivo durante el franquismo, y tanto Ortiz como su equipo han colaborado con los empresarios y la gente que la sufrió para mantener su recuerdo”.
La gente heterosexual debe comprender que tiene que ser nuestra aliada
Tras este cambio en el tablero político del municipio malagueño, Gutiérrez nos cuenta que ahora, desde la oposición, el Partido Socialista seguirá trabajando y defendiendo al colectivo, “y esperamos que dentro de muy poco volvamos a disfrutar de un gobierno socialista, porque el Partido Popular ha demostrado que el colectivo LGTBI no le interesa absolutamente nada”.
A pesar de las borrascas que se perciben en el horizonte, el deportista y político madrileño se mantiene fuerte y esperanzado. “Soy optimista por naturaleza. Sí es cierto que hay que estar alerta ante los discursos que escuchamos a diario y ante las situaciones tan peligrosas que se están planteando. Pero el tren de la evolución es imparable, y cada vez somos más las personas que vemos este tipo de propuestas como algo de otra época, y no lo vamos a permitir”.
Y lanza un mensaje de unidad a la sociedad. “La lucha conjunta nos hace más fuertes. A mí no me hace falta ser mujer para estar en contra de la violencia machista, ni ser negro para estar en contra del racismo. No se nos tiene que ver al colectivo LGTBI como algo marciano, la gente heterosexual debe comprender que tiene que ser nuestra aliada, que nuestra lucha es por los derechos humanos”.
Aunque resulta muy necesario, no es un trabajo nada fácil el que tiene Víctor Gutiérrez entre manos, sobre todo teniendo en cuenta que por nada del mundo quiere dejar de lado el waterpolo, que tantas alegrías le ha dado. “Ahora, evidentemente, el deporte no es la prioridad en mi vida, sino la política y el partido, pero hay tiempo para todo. Estoy entrenando con el Real Canoe siempre que puedo, y mi idea es volver a competir de manera oficial la próxima temporada. Así que queda waterpolo para rato. Ya no solo por un tema físico, también mental, no quiero desvincularme del deporte porque es una de las cosas más maravillosas que hay en mi vida”.
Se acerca el fin de año, y el nuevo secretario LGTBIQ+ del PSOE tiene claros cuáles son sus deseos para 2022. “Pido muchísima salud para todos, y también que seamos conscientes de dónde estamos, de por qué estamos aquí. Que tengamos claro que los derechos se disfrutan, pero también se pelean, y por eso hay que seguir defendiéndolos. Porque lo que hemos tardado cincuenta años en conseguir, puede marcharse en unos pocos meses”.
Nada más que añadir, sus últimas palabras con nosotros son el mejor cierre para esta entrevista. “Mucha memoria, mucha responsabilidad y mucho activismo”.
Fotos: SALVA MUSTÉ
vídeo: PABLO CARRASCO DE JUANAS