Aparece en la sala donde le vamos a entrevistar sin llamar la atención, educado y tan correcto como le imaginas. Ni envuelto en un gran equipo ni vestido de manera llamativa. Álvaro Soler es un chico normal que ha sabido digerir con naturalidad un éxito nada habitual. Vive entre Berlín (donde graba, como jurado, La Voz Kids) y Barcelona.
Recuerda que de niño y adolescente era supertímido («vivía en Japón y absorbí mucho de su cultura»), y cuando volvió con su familia a España se soltó. Y con catorce empezó a componer. «Conecté al ordenador un piano eléctrico, abrí el GarageBand y así empezó todo», recuerda. «Empecé a mirar tutoriales en YouTube y comencé a producir canciones». Y cambió la PlayStation por la música. «Porque en los juegos siempre hay límites; en la música, no«.
En 2010 creó con su hermano («que canta muy bien») un grupo llamado Urban Lights. Y cuando acabó los estudios de Ingeniería en Diseño Industrial, decidió apostar por la música. «Me dije que me iba a dar dos años a ver cómo me iba si me metía a full. Empecé a escribir con más personas, incluso me mandaron a un camp de composición en Austria, aprovechando que hablaba alemán [además de otros seis idiomas]. Allí conocí al que ahora es mi mánager, y terminé por recibir una oferta de Universal para que me lanzara en solitario. Y tuve que dejar el grupo».
Cogió ese tren, en 2015 debutó con El mismo sol… y hasta hoy. «Es una suerte, una locura y un privilegio que mi música se escuche en toda Europa, y que venga a verme tanta gente a los conciertos que no habla castellano y cante mis canciones», confiesa.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo lograste que no se te subiera el pavo al empezar tu carrera con tanto éxito?
ÁLVARO SOLER ⇒ No tenía ni idea de lo que estaba pasando, fue todo muy rápido. Había trabajado duro ya, había compuesto muchas canciones, y de pronto una lo petó. Pero no había hecho nada distinto para que pasara. Estaba muy agradecido, pero era algo externo sobre lo que no tenía control. No se me ocurrió pensar «soy la bomba»; además, es que no tenía ni tiempo para hacerlo.
«La gente tiene la imagen de que todas las canciones que saco se convierten en hits, y no es verdad»
SHANGAY ⇒ Y de repente, dúo con Jennifer Lopez…
ÁLVARO SOLER ⇒ La canción era número uno en Italia, que para mí ya era una locura. Y llega ella para decir que quiere que grabemos un remix. Ahí sí me pregunté «¿por qué yo?». Siento que le gustó esa manera positiva de ser que tengo, y la manera tan pura de ver el arte que tengo. Para mí fue algo increíble ver cómo me apoyaba, cuando era la primera canción mía que tenía éxito. Porque hoy día antes de hacer una colaboración se miran tus oyentes mensuales, tus suscriptores… J.Lo me tomó de la mano y me dijo que la canción molaba y que quería cantarla conmigo. Me hizo tener aún más claro que lo importante es la música.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo logras que no se agote tu positivismo?
ÁLVARO SOLER ⇒ No lo sé. Todos tenemos altibajos, pero nunca me vas a encontrar, por muy mal día que tenga, en plan cabreadísimo o dispuesto a perderle el respeto a nadie. Siempre he estado rodeado de una familia muy enérgica y positiva, y es la única manera, y la más saludable, que conozco de vivir las cosas.
SHANGAY ⇒ ¿Un momento surrealista que te ha brindado la vida desde que eres famoso?
ÁLVARO SOLER ⇒ Han sido tantos… Uno, cuando di mi primer concierto en Praga para cuatro mil personas, y el público coreaba todas mis canciones. En Italia, por ejemplo, noto que la gente aprecia más mi físico que mi música. Allí fue al revés, porque mucho público no me ponía cara, pero dejó claro que mis canciones le encantaban.
«Nunca me vas a encontrar, por muy mal día que tenga, dispuesto a perderle el respeto a nadie»
SHANGAY ⇒ ¿Sientes entonces que en Italia te valoran más por guapo?
ÁLVARO SOLER ⇒ Bueno, Italia es un país de mucha belleza, muy de compartir todo en Instagram… Y si dices en un concierto que no solo hay que valorar la belleza exterior, también la interior, aplauden con pocas ganas [risas]. Es curioso. Allí son capaces de despertarte cuando estás sobando en el avión y te reconocen para pedirte una foto, es muy heavy.
SHANGAY ⇒ ¿Ves? Nunca pierdes la compostura, eres el yerno perfecto…
ÁLVARO SOLER ⇒ No, hombre… El día del avión dije que no a la foto [risas]. Pero si la gente te trata con respeto, y como a una persona normal, es bonito, porque se crea un diálogo, no se trata de que lleguen móvil en mano y sin hablarte siquiera te pidan fotos.
SHANGAY ⇒ A estas alturas, ¿te imaginas haciendo otra cosa que no sea música?
ÁLVARO SOLER ⇒ Dejarla por completo no podría. Para volver a trabajar en algo relacionado con la ingeniería tendría que volver a empollar tanto que me da pereza solo de pensarlo. Me encantaría, por ejemplo, crear estudios y dar oportunidades a gente que está empezando.
SHANGAY ⇒ ¿Sientes la presión de que tienes que componer continuamente hits?
ÁLVARO SOLER ⇒ Sí. Es verdad que la gente tiene la imagen de que todas las canciones que saco se convierten en hits, y no es verdad. Lo que ocurre es que hay muchas de las que la gente no se acuerda porque no tuvieron éxito [risas]. Por ejemplo, La libertad funcionó muy bien en Alemania, y aquí no. Quizá porque el lanzamiento coincidió con la situación que se estaba viviendo en Cataluña… Desde luego, no he sacado solo las que se han escuchado en la radio.
SHANGAY ⇒ Llama la atención ver que has pasado de colaborar con Cali y El Dandee en Mañana a hacerlo con David Bisbal en A contracorriente…
ÁLVARO SOLER ⇒ Lo de David surgió de una manera muy orgánica. A Cali y El Dandee ni les vi, porque se grabó la colaboración en un momento en que no podíamos viajar. Lo de David no pudo ser más natural: nos encontramos en el estudio y compartimos un momento muy mágico de música pura. No fue en plan «tengo una canción hecha, canta esa parte exactamente de esta manera». La manera en que creó su parte encajaba perfectamente con la mía, y siento que se ve muy clara la esencia de los dos en la canción, que es lo más complicado de conseguir.
SHANGAY ⇒ ¿Con quién te encantaría colaborar?
ÁLVARO SOLER ⇒ Con Shakira sería increíble. Porque tengo una historia muy guay y divertida relacionada con ella, de cuando yo no era conocido. Estoy esperando a que salga una colaboración con ella para contarla. Y no, ahora no me la vas a sacar [risas].
FOTOS: RUBÉN VALLEJO
VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS