'Language Lessons': amor (platónico) en tiempos de confinamiento

Temas: Cine, Entrevista, Queer

Tiene todo el sentido que nuestra entrevista se desarrolle vía Zoom, que es el lenguaje audiovisual que se utiliza en Language Lessons, una película de dos únicos personajes, Adam (Mark Duplass) y Cariño (Natalie Morales), cuyas vidas coinciden de un modo puramente casual cuando el marido de Adam le regala a su pareja un curso de español que imparte ella online.

Circunstancias inesperadas crearan a lo largo de Language Lessons un vínculo entre ellos que no cabía esperar. Dado, además, que su relación es vía Zoom y en ningún momento llegan a interactuar cara a cara. Pero lo cierto es que hoy día son muchos los amores platónicos que nacen así.

Mark Duplass y Natalie Morales habían trabajado juntos en alguna ocasión, y la llegada de la pandemia les animó a dar forma a una película que escribieron y rodaron sin verse. “Fue de lo más estimulante”, recuerda Duplass. “Comenzamos a escribir cada uno por su lado, y no llegamos a vernos en ningún momento. Y eso que vivimos a cinco minutos el uno de otro, pero estábamos en plena cuarentena”.

«Queríamos evitar los clichés de las comedias románticas a toda costa»

Recuerda Duplass que la rodaron (sin verse) en apenas cinco días. “Para algunas escenas simplemente creamos situaciones que preferíamos que se desarrollasen de forma espontánea mientras rodábamos. Aprovechando, además, que mi nivel de español es tan bajo como el de mi personaje”, dice entre risas. “En algunas películas todo está perfectamente estudiado antes de llegar al set. En esta fue al contrario; todo fue surgiendo día a día. Me parece que es la mejor manera de crear una obra artística”.

En una historia que habla del amor platónico, decidieron que Adam fuese un hombre gay porque querían huir de los tópicos. “Tanto Natalie como yo hemos trabajado en comedias románticas, y queríamos evitar los clichés habituales a toda costa”, explica. “De manera que arrancar la película sabiendo que Adam es gay no da pie a ideas preconcebidas, porque no sabes qué va a pasar entre ellos”.

Tenían muy claro que iba a huir de lo fácil. «De manera que, de primeras, creamos un muro entre ellos, dado que mi personaje está feliz con su marido. Eso no podía dar pie a que el público estuviese seguro desde el minuto uno de que entre ellos podía pasar algo a nivel sentimental. Porque lo que nos propusimos investigar era hasta dónde podía llegar su amistad«.

Al echar la vista atrás, Mark Duplass afirma que todo el proceso de creación de la película fue mágico. «Es una película sobre el amor platónico», recuerda. «Y lo curioso es que a la vez que interpretaba a un hombre que se enamora platónicamente de una mujer, iba conociendo mejor a Natalie, con la que trabajaba codo a codo, aunque fuese virtualmente. Porque no éramos mejores amigos ni mucho menos antes, pero fue muy especial que surgiese una relación platónica entre ambos en la vida real«.

Para él era especial porque cuenta que tiene una vida muy asentada en la que no se dan ese tipo de circunstancias. «Estoy casado, tengo mi familia… No doy a pie a esa posibilidad de enamorarme de nadie que no sea mi mujer», explica. «Pero experimentar todo lo que surgió durante la escritura del guion y el rodaje, en pleno confinamiento, me permitió abrirme a situaciones que no son habituales para mí«.

Para ambos creadores fue muy placentero explorar las posibilidades que les ofrecían los personajes que habían creado. «Natalie, como artista queer, tendrá su propia perspectiva, porque no sé a qué tipo de relaciones está abierta. Solo puedo hablar por mí, y como la puerta a una nueva relación romántica la tengo cerrada, solo sé que las platónicas son las únicas a las que estoy abierto», confiesa con una gran sonrisa. «Y las considero tan sagradas y especiales como cualquier otra».