Si con solo pensar en Tenerife, las imágenes que se nos vienen a la mente son paradisíacas, si tu elección para conocer la isla es el resort The Ritz-Carlton, Abama, la experiencia se convierte en inolvidable.
Sus 160 hectáreas de exuberantes jardines y 459 habitaciones ya te dan una idea de lo que te vas a encontrar. Hasta tiene un trenecito y servicio de transfers para llevarte de un lado a otro: a sus ocho restaurantes –M.B, de Martín Berasategui, con dos estrellas Michelin, y el japonés Kabuki, con una estrella; un italiano, Verona, y uno vasco, Txoko, entre otros–, sus siete piscinas –también las hay Adults Only– o su casi privada playa con área exclusiva de hamacas y sombrillas para huéspedes y Beach Club con platos frescos, bebidas y cócteles.
Su Villa Club ofrece 144 habitaciones y suites distribuidas en las llamadas ‘Casitas’ de dos pisos, todas con vistas al mar y a la isla de la Gomera o a sus jardines. Cada zona de villas posee su propia piscina, prácticamente a pie de habitación.
Y el servicio Villa Club Lounge ofrece un espacio privado solo para huéspedes de las Villas, para desayunar en su restaurante El Mirador, de espectaculares vistas al Atlántico, o disfrutar de un servicio de tapas dulces y saladas en horarios determinados y bebidas durante todo el día en su piscina Adults Only.
Y además, es pet-friendly, para los que siempre viajan ‘en familia’… Un verdadero refugio de lujo para desconectar de la rutina y sentirse en otro mundo.
The Ritz-Carlton Spa es el complemento ideal para unas vacaciones perfectas… y relajadas. Buscando el reposo del cuerpo y de la mente, ofrece terapias personalizadas, tratamientos faciales y corporales, experiencias wellness, pilates, meditación al amanecer, yoga, sesiones de reiki e incluso flying yoga. Todos los tratamientos están inspirados en el mundo natural y las tradiciones locales canarias, y se pueden reservar a golpe de click desde el móvil en la app del hotel.