1. El termómetro como aliado
Gran Canaria fue bendecida con una agradable climatología fruto de su privilegiada situación geográfica y la generosa voluntad de los vientos alisios. Esos son algunos de los condicionantes que le confieren una temperatura media anual de 24 grados.
2. La playa como forma de vida
Gran Canaria alberga 60 kilómetros de playas en sus 236 kilómetros de costa. Su litoral ha sido el patio de recreo de generaciones de isleños orgullosos de poder compartir su tesoro con el visitante. El catálogo es para todos los gustos, desde las extensas alfombras de arena rubia del sur a los parajes íntimos que salpican el norte de la Isla.
3. Un espectacular decorado natural
El afán por la conservación de su patrimonio natural ha convertido a Gran Canaria en un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido. Casi la mitad de su superficie es territorio protegido, un legado que asegura un nivel de pureza medioambiental extraordinaria.
4. Tierra de historia, cultura y ocio
La historia prehispánica de Gran Canaria continúa latiendo seis siglos después de la conquista. El pasado aborigen es conservado con celo en parques arqueológicos y museos que también recogen el mestizaje cultural que reina en la Isla. Cristobal Colón hizo escala en Gran Canaria camino de América dejando una huella imborrable de la que aún se preservan curiosos vestigios.
5. Un exquisito mar de sabores.
Cada rincón de Gran Canaria brinda la posibilidad de descubrir deliciosos aromas que emanan de una gastronomía alegre y heterogénea. La Isla presume de estar entre los pocos lugares de Europa en el que se cultiva café pero también luce con satisfacción los encantos de sus productos hortofrutícolas, una jugosa repostería y un icónico ron elaborado en la bodega más antigua del continente.