A principios de mes supimos que María del Monte había sido elegida para ser pregonera del Orgullo de Sevilla, una noticia que emocionó a todo el colectivo LGTB+, especialmente en su tierra. El 23 de junio, sobre el escenario portaba un mantón de la diseñadora Tri Tri Mantones, a modo de bandera con los colores del arcoíris. Así lanzaba un mensaje en pro de la libertad y el respeto.
La bautizada popularmente como ‘reina de las sevillanas’ siempre ha sido un referente y fuente de inspiración para el movimiento LGTB+. “Hoy es un día de un antes y un después”, declaró al final de su pregón; y efectivamente, a partir de ahora su papel dentro del colectivo se verá reforzado.
La libertad fue el mensaje principal de su discurso, en donde invitaba a que todo el mundo la viviese y la dejase vivir a los demás. Además, declaraba que hace 23 años que formó su familia, y que nunca ha escondido su amor al mundo. “Por supuesto que tengo al amor de mi vida, he tenido la suerte de dar con el amor de mi vida… ¿Cómo me voy a esconder yo de eso? ¿Estoy loca?”, afirmaba abiertamente la cantaora. Por otro lado, explicaba que no había hecho pública su relación en todos estos años para proteger la privacidad de su pareja, dada la repercusión mediática que tiene como artista.
Ahora, se muestra más fuerte que nunca, y capaz de gritar a los cuatro vientos que está enamorada de una mujer con la que comparte su vida. “Pero quiero que sepáis, antes de bajarme de aquí, que soy una persona más de todos lo que estamos aquí y de todos lo que forman parte del mundo. Y que por supuesto, mi pareja esta tarde está aquí. Hoy empecé hablando de libertad, yo voy a respetar su libertad”, manifestaba al final de su pregón.
Finalmente, su pareja, la periodista de Canal Sur Inmaculada Casal, subió al escenario y festejaron el fin del emotivo discurso en el Orgullo sevillano.
Hace escasos minutos, ha subido un vídeo a su perfil de Instagram en el que reitera todo lo que dijo ayer y muestra su agradecimiento a la ciudad de Sevilla y a toda la gente que está apoyándola.
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La tierra que vio nacer a María del Monte la recibe ahora con los brazos abiertos como persona reconocida LGTB+. No hay duda de que se trata de un acto de visibilidad que fortalecerá con creces la representación femenina andaluza dentro del colectivo. Sin abandonar la humildad que la caracteriza, se despidió con este mensaje: «Si el año que viene Dios me da salud, estaré por ahí mezclada, sin lugar a dudas”.