En 2013, el Gobierno de Vladimir Putin promulgó la Ley contra la propaganda homosexual. Esta prohíbe la difusión de «relaciones sexuales no tradicionales» a menores. Ahora, los legisladores quieren extender la ley al público de todas las edades. Las autoridades rusas argumentan una defensa de los valores rusos frente a aquellos promovidos por Occidente.
“Proponemos ampliar la prohibición de este tipo de propaganda a las personas mayores de edad», comentó Alexander Khinshtein, jefe de la comisión de información de la Duma, en su canal de Telegram.
Rusia ya no forma parte del organismo de vigilancia de los derechos humanos del Consejo de Europa. Apoyándose en esto, el presidente del Parlamento ruso, Vlacheslav Volodin, declaraba que el país podrá prohibir ahora la difusión de ‘valores no tradicionales’.
“Las demandas para legalizar el matrimonio homosexual en Rusia quedan en el pasado. Los intentos de imponer valores ajenos en nuestra sociedad ha fracasado”, añadía Volodin.
Desde 2013, el colectivo LGTBIQ+ ruso denuncia que sus derechos se han reducido de forma drástica. Entre las consecuencias de la ley destacan la prohibición de celebrar el Orgullo y la detención de numerosos activistas LGTBIQ+.
El régimen ruso defiende los ‘valores tradicionales rusos’ frente al intento de Occidente de extender su moral en el gigantesco país. De hecho, el Gobierno argumentó la «defensa de la cultura rusa» como una de las razones que justifican la invasión de Ucrania.