Ya ha presentado Penélope Cruz la primera de las dos películas que estrena en el Festival de Venecia. Es la italiana L’Immensità, dirigida por Emanuele Crialese.
Se ha convertido en noticia la salida pública del armario de Crialese como hombre trans, que además ha revelado que la película tiene mucho de autobiográfica.
L’Immensità es una de las cinco películas italianas que aspiran al codiciado León de Oro, y ha sido muy bien recibida. Como la interpretación de Penélope Cruz, que un año más competirá por la copa Volpi que ya logró el año pasado gracias a Madres paralelas, de Pedro Almodóvar.
La película logró una larga ovación en el pase oficial, y después Penélope Cruz aseguró que estuvo llorando casi veinte minutos sin parar viéndola. Y confesó: «No es difícil que yo llore, pero al ver cómo Ivana (la joven protagonista) no podía parar de hacerlo, me recordó a la primera vez que vine aquí, con 18 años [a presentar Jamón, jamón, de Bigas Luna]. Creo que entonces estaba tan en shock que no pude ni llorar, pero verla a ella fue muy emotivo, porque está descubriendo todo esto por primera vez, y me pareció adorable y muy puro”.
L’Immensità transcurre en la Roma de los años 70. Adriana (Luana Giuliani), de 12 años, no se siente bien con su cuerpo de niña. Lleva el pelo corto, se viste de niño y prefiere que la llamen Andrea. Esto preocupa a su padre (Vincenzo Amato), el típico macho italiano, pero no a su madre, Clara (Penélope Cruz), que deja a su hija vivir en su mundo imaginario. Es una migrante española que adora a sus hijos pero que es muy infeliz debido a las infidelidades de su marido.
En la presentación a la prensa de la película, su director de 57 años, Emanuele Crialese, salió públicamente del armario como hombre trans, aunque recalcó que nunca ha ocultado que lo sea. Crialese no quiso entrar en detalles sobre su transición, pero sí dejó muy claro que la película es profundamente autobiográfica.
El director declaró que «puede llevarte una vida mostrarte como eres, pero siempre tienes que creer en ti». Y sobre el film que ha presentado en Venecia ha dicho: «Es la película de mi vida, y esta es una de las razones por las que quise hacer cine. Si este hubiese sido mi primer largometraje creo que habría resultado aburrido y sermoneador».
Y continuó: «Creo que si hubiese debutado con esta historia, habría contado la historia de un personaje desgraciado que vive una crisis de género, y ahora he sido muy consciente de cómo hablar de estas cuestiones cuando sabes cómo hacerlo».
El pasado fin de semana fue la película –también italiana– Mónica, de Andrea Pallaoro, la que puso sobre la mesa el tema de las identidades trans (protagonizada por Trace Lysette, que hizo historia en Venecia al ser la primera persona trans en protagonizar una película en competición).
Ahora es L’Immensità la que vuelve a plasmar una realidad trans en la gran pantalla del Lido. La primera de las dos películas que presenta Penélope Cruz en este prestigioso festival, dado que hoy estará defendiendo En los márgenes, que ha dirigido su amigo Juan Diego Botto.
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