Durante la jornada del domingo 25 de septiembre los cubanos acudieron a las urnas para votar en referéndum el Código de Familia, que buscaba, entre otras cosas, legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por parte de parejas LGTBIQ+.
El Código ha salido adelante con un 66,7% de los votos, 3.936.790 papeletas a favor; el 33,13% de los ciudadanos votaron en contra (1.950.090). El texto aprobado este domingo reformará el derecho familiar vigente desde 1975 y amparará, además del matrimonio igualitario, la gestación subrogada, la adopción de niños por parejas del colectivo y la rotunda prohibición del matrimonio infantil.
Este es un caso excepcional dentro del país y constituye el único recurso legislativo que ha ido a referéndum popular de entre las 70 normas modificadas por la entrada de la nueva Constitución. El referendo para la aprobación del matrimonio igualitario se ha convertido en el primer recurso aceptado para una ley en particular, y el tercero que se realiza desde 1959.
Según el Consejo Electoral Nacional, un total de 3,93 millones de cubanos votaron que sí a este nuevo marco legal, pero la participación ha sido baja, en torno un 70%. Desde el Gobierno se hace eco del orgullo que produce haber sacado el referendo adelante, después de desplegar una amplia campaña a favor del ‘sí’, mientras que otros organismos como la Conferencia Episcopal de Cuba se han posicionado negativamente ante este recurso con mensajes por Internet.
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El Centro Nacional de Educación Sexual en Cuba (CENESEX) ha celebrado la salida adelante del referéndum como una victoria y ha puesto en su Instagram “El amor y el cariño han ganado”. Consideran los resultados como “irreversibles y totalmente válidos”.
Tras haberse aprobado este referéndum, Cuba se convierte en el país número 34 que legaliza el matrimonio homosexual, tras décadas de represión después de la revolución de 1959. En 1979 se consiguió, al fin, despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo, Lo que ha supuesto una gran liberación para las personas LGTBIQ+ hasta hoy en día.
Además del matrimonio homosexual, el nuevo Código de Familia también integra mecanismos para penalizar a agresores domésticos, y recoge un paquete de medidas para actuar en casos de violencia de género. Entre otras medidas, prohibirá el matrimonio infantil y protegerá la comunicación con los abuelos en casos de divorcios.