La Marcha Posithiva ha querido ser una “salida del armario” masiva de personas con el VIH para dar visibilidad, romper tabúes y estigmas asociados a la infección.
La marcha estuvo encabezada por personas con el VIH bajo el lema “Luchemos contra el estigma, seamos visibles”, que dieron la cara para acabar con el estigma asociado al VIH.
Fue el pasado sábado 19 de noviembre cuando tuvo lugar la primera Marcha Posithiva de la historia, conquistando las calles y dando la cara por las más de 150.000 personas con VIH en España que no se atreven a revelar su estado serológico por las consecuencias.
Ramón Espacio, secretario general de CESIDA y persona con el VIH señaló: “Aproximadamente una de cada trescientas personas en España vivimos con VIH; sin embargo, un 63% de la población manifiesta que no conoce a ninguna persona con VIH y tan solo un 5,6% manifiesta que mantienen una relación estrecha con alguna persona con el VIH. Esto se debe a que muchas personas con el VIH siguen siendo invisibles y no comparten su situación con la familia, las amistades o compañeros de trabajo por miedo a la discriminación, o a perder el trabajo”.
A la marcha se unieron políticos como Eduardo Rubiño o Carla Antonelli, que resaltaron la importancia de esta marcha, “por todas esas personas valientes que han estado dando la cara a lo largo de cuatro décadas, haciendo activismo, visibilizándose, sensibilizando a la población contra el estigma y la discriminación”.
Para Ramón Espacio, “todas las personas sabemos lo que ha ocurrido en estos más de cuarenta años de pandemia. Las historias de dolor, soledad, invisibilidad enfermedad, muerte y discriminación asociadas al VIH que han sufrido y siguen sufriendo millones de personas en nuestro mundo. Pero también sabemos del maravilloso relato de lucha, resistencia y conquistas de derechos de una comunidad, que junto a LGTBIQ+, ha cambiado el mundo y la respuesta al VIH”.
La marcha concluyó con la lectura del manifiesto de Supervihvents, una red de personas pertenecientes a las primeras generaciones de diagnosticados y diagnosticadas con infección por VIH/sida, y con la actuación del coro Voces LGTB de Madrid.
«A veces la gente me dice que por qué lo digo si no es necesario. Para mí sí lo es. Para mí sí es necesario reivindicarme porque lo personal es político, sobre todo para aquellas personas que no tienen un espacio seguro y que no lo pueden visibilizar y lo sufren en silencio», añadió Oliver Marcos, miembro de la junta directiva de CESIDA.