Lautaro Perotti y Santi Marín se quieren mucho en ‘Próximo’

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Ver a Lautaro Perotti y Santi Marín en Próximo, escrita y dirigida por Claudio Tolcachir, es un lujo. Verles cara a cara a la hora de entrevistarles es doble lujo. Porque si en la ficción no se llegan a mirar ni una vez, en esta ocasión, lo hacen todo el rato. En Próximo –que regresa en enero a la Sala Mirador– interpretan a dos enamorados que están en puntas opuestas del planeta, y que solo se comunican a través de redes sociales.

Próximo es una obra que habla de el amor a distancia, de cómo nos comunicamos y nos mostramos cuando hacemos uso de las nuevas tecnologías, cómo nos enfrentamos a la soledad y cómo han evolucionado las relaciones en este siglo XXI. La estrenaron hace ya cuatro años y medio en Buenos Aires, y no han dejado de girar con ella.

Vuelve a Madrid, y Santi Marín no puede estar más contento, porque por fin pueden verla muchos amigos suyos. “Es una función de la que no nos cansamos, y eso que hemos pasado de las doscientas representaciones. Es curioso”, comenta Marín. “Lo básico en el trabajo de un actor es estar pendiente de la mirada del otro, tener contacto con él. Aquí no es así: un personaje está en Australia y el otro en Madrid, y no se miran en ningún momento”.

 

Lautaro Perotti añade: “Es fundamental que mantengamos la energía y la curiosidad del primer día. Es una función que fue escrita para nosotros, y que tiene miles de capas, lo que nos permite seguir descubriendo cosas en cada función. Claudio [Tolcachir] es muy inquieto, nos sigue pidiendo cosas nuevas todo el tiempo, así que la disfrutamos mucho”.

Lautaro Perotti y Santi Marín se conocen desde hace doce años, y han trabajado juntos ya en varios proyectos, porque además, Marín pasa gran parte de su tiempo en Argentina, como parte de la compañía Timbre 4. Perotti ha dirigido a Marín en proyectos como Cronología de las bestias, pero nunca habían actuado juntos. “Para una vez que lo hacemos, no nos vemos en toda la función”, bromea entre risas Santi. “Así que aprovechamos en el camerino para hablar mirándonos”.

Interpretan a una pareja gay, aunque sus vivencias son, lógicamente, extrapolables a cualquier tipo de pareja. “Próximo habla del amor universal”, continúa. “Aunque en el caso de mi personaje, es cierto que no asume del todo su sexualidad, ha estado muy castrado y no ha podido expresarse con libertad. Está muy solo”. Frente a él, Pablo, “un inmigrante argentino ilegal que vive en Australia. También solo, muy solo. Se conocen por redes; un encuentro imposible de antemano, porque sus realidades son antagónicas. La distancia, tanto física como por sus vidas, da pie a la relación más sincera que han tenido nunca… El hecho de que sean dos hombres es casi anecdótico”, señala Perotti.

«El engaño se da en todas partes, no solo en las redes”

Es una relación que se mantiene viva sin el contacto de piel con piel, sin sexo compartido en la realidad de ambos. Lautaro cree que es perfectamente posible que una relación así pueda funcionar. “Estamos en un momento en que no debemos definir o prejuzgar lo que se puede o no se puede hacer, en qué se debe basar o no una relación”, explica. “Nuestra realidad está llena de historias muy distintas que te demuestran que nada está predeterminado en las relaciones entre personas, no se puede decir si algo está bien o mal».

Continúa Perotti: «Lo interesante de esta obra es que no trata de juzgar ni de posicionarse, deja que sea el espectador quien reflexione sobre si cree que esa relación puede o no tener futuro. Si sembramos esa inquietud para que la gente se ponga en el lugar de nuestros personajes, ya es un logro. Hay demasiados prejuicios frente a la virtualidad”, continúa. “Obviamente, cuando la tecnología sirve para distanciar, como cuando en una mesa todo el mundo se pone con su móvil, no resulta tan buena. Pero cuando sirve para acercar a dos personas, como aquí, es un instrumento magnífico”.

“Hemos visto varias primeras citas que deciden venir a ver la función, y que te encuentras al terminar tomando algo…”

A la hora de pensar en relaciones virtuales a través de redes y apps, lo primero que pensamos es que lo que más se busca es sexo fácil o una relación que no se basa en la realidad, sino en crear una fantasía en que las personas no se muestran realmente como son. “Me parece que hay de todo”, dice Lautaro Perotti. “Hay gente que sí engaña, o utiliza fotos de perfil que no se corresponden con su realidad actual”. Eso lo hemos experimentado muchxs. “Pero hay otra que sí se comunica desde la sinceridad. Claudio, como suele hacer en sus obras, busca que te dejes llevar. No pretende que pienses como los personajes, pero sí que, por unos segundos al menos, te animes a entenderlos”.

Como en Próximo son las redes las que permiten que dos personas muy distintas conecten, ellos son los primeros que se olvidan de los prejuicios y apuestan por ser lo más sinceros posible; dado que ni siquiera saben si alguna vez se encontrarán, no dudan en poner toda la carne en el asador. “Además, el engaño se da en todas partes, no solo en las redes”, sentencia Perotti.

Santi Marín ha encontrado una familia argentina elegida con la que trabaja muy a gusto, y por eso lleva ya unos años instalado en Buenos Aires, feliz de trabajar en Timbre 4 con personas como Lautaro Perotti y Claudio Tolcachir, con los que está ahora unos días en Madrid. Ambos actores agradecen que el trabajo fluya tan bien entre todos ellos, aunque Santi no puede evitar pensar en ocasiones que “ojalá existiera la teletransportación para cuando necesitara estar al otro lado del charco… Pero no me quejo, lo que estoy viviendo es muy enriquecedor tanto a nivel humano como profesional. Porque allí han creado un generador de energía artística que te arrastra”.

Perotti apunta, por cierto, que de Próximo puede salir más de una nueva familia. “Me encanta la de parejitas que surgen a raíz de verla; en Buenos Aires lo notábamos mucho. Hemos visto varias primeras citas que deciden venir a ver la función, y que te encuentras al terminar tomando algo… Así que hay futuro para la obra… y para esos espectadores”.