Medio centenar de curas italianos han declarado en contra de la “homofobia interiorizada” que existe en la Iglesia católica, en la que “el silencio parece ser la única forma de sobrevivir”.
Todo lo que revelan de la Iglesia se recoge en la carta Con tutto il cuore, que lleva siendo repartida por los círculos eclesiásticos italianos desde el pasado septiembre, y que el periódico Domani desveló el 30 de noviembre. En esta carta, los firmantes salían del armario con el propósito de reivindicar su propio espacio en la Iglesia, al tiempo que denunciaban los planes que existen para eliminar todo atisbo de homosexualidad en los seminarios.
Los sacerdotes afirman: “No podemos hablar abiertamente de nuestra orientación homosexual con nuestros familiares o amigos, mucho menos con otros sacerdotes o laicos comprometidos”. En el documento que ha conmocionado al mundo católico de Italia denuncian que “la Iglesia no es un contexto en el que podamos encontrar inmediatamente aceptación”.
Aseguran que la formación que reciben en los seminarios está basada en “documentos oficiales e instrucciones emitidas sin sustento científico, sino solo en prejuicios sociales”. Además dejan claro que la ideología de género también está en el punto de mira de la Iglesia católica.
Con esta carta los sacerdotes pretenden “fundar una Iglesia acogedora a partir de un sacerdocio que, para ser tal, necesita una coherencia de la persona, sin miedo a aceptarse como se es”. Esta intención de mejora se debe a que afirman que “hay sacerdotes homófobos gais, que descargan fuera del conflicto que llevan dentro; no expresan la paz, sino que viven un ministerio distónico sofocando su propio ser con el clericalismo».
Esta realidad no es única del clero italiano. Por ejemplo, en el clero español se especula que uno de cada diez sacerdotes y religiosos son de una orientación sexual diferente a la que la Iglesia define como normal. Sin embargo, esta aproximación no se puede confirmar con estudios oficiales, ya que solo la Conferencia Episcopal de Francia se ha molestado en realizar un análisis de sus miembros. En este estudio se descubrió que un 9% del clero francés estaba deprimido, un 40% tenía conflicto con la jerarquía o carga de trabajo, que dos de cada cinco sacerdotes abusaban del alcohol y que el 8% eran adictos.
Estos resultados sobre la salud mental de los sacerdotes se alinean con las alegaciones de los curas italianos en su escrito. “A menudo se obliga a las personas a negarse a sí mismas en nombre de una espiritualidad hipócrita con efectos devastadores. Hemos escuchado historias de hombres consagrados desgarrados por la culpa hasta el punto de dejar la vida sacerdotal y, en algunos casos, quitarse la vida: una tentación terrible, incluso para algunos de nosotros”.
En Con tutto il cuore, los sacerdotes italianos reclaman la posibilidad de diálogo que dejó entreabierta el Papa Francisco, frente a la opinión que siempre ha tenido la Iglesia oficial respecto al sexo y la homosexualidad. No son los únicos que reclaman este cambio, ya que en la mayor parte del mundo eclesiástico el acercamiento al colectivo LGTBIQ+ provoca un gran revuelo.