El 19 de diciembre de 2022, la Comisión Europea inició acciones legales contra Hungría debido a la ‘Ley LXXIX de 2021’. Dicha ley establece medidas estrictas sobre la adopción, en principio dirigidas contra las personas condenadas por pedofilia. Además, «corregía» ciertas leyes con el supuesto objetivo de proteger a los niños. Con esta nueva enmienda, la ley húngara de adopción declaró que «la madre es una mujer, el padre es un hombre». Esta frase suponía el veto definitivo de las parejas homosexuales a adoptar en Hungría.
El 13 de febrero se publicó el inicio de un proceso de infracción contra Hungría. Forbidden Colours, Háttér Society y Reclaim han creado una petición para toda la Unión Europea que exige que todos los Estados miembros proporcionen observaciones escritas a la Corte de Justicia de la UE con respecto a este caso. Es probable que al menos veinte Estados miembros se comprometan. Este caso no solo es importante para erradicar la censura que sufre la comunidad LGTBIQ+ en Hungría, sino que también pretende proteger a las personas LGTBIQ+ de toda la Unión Europea de las leyes de adopción similares.
Este procedimiento de infracción va en contra de la nueva ley de adopción de Hungría y los derechos que infringe. El objetivo principal de este ley era la prevención, detección y castigo de delincuentes sexuales. Sin embargo, en el último momento se añadieron enmiendas anti-LGTBIQ+, en particular, una enmienda que prohíbe el acceso de menores a cualquier tipo de contenido que «propague o refleje discrepancia con respecto a la identidad correspondiente con la dada al nacer, cambio de género o de homosexualidad». Con estas enmiendas, la «ley de protección infantil» se convirtió en la versión húngara de la ley de propaganda anti-LGTB rusa de 2013.
La ley de Hungría, tal y como denuncia Eurochild, «viola claramente los derechos de los niños establecidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos Infantiles. Hungría esta obligada a cumplir estos derechos desde 1991. Los niños tienen el derecho a desarrollarse de manera sana, además de con libertad de expresión, identidad propia, educación inclusiva y acceso a la justicia. Esta nueva legislación viola todos estos derechos y pone en riesgo a los niños que pretende proteger».
Rémy Bonny, director ejecutivo de Forbidden Colours, ha declarado en un comunicado de prensa que «Hungría esta haciendo un copia-pega de las leyes rusas y está censurando a la comunidad LGTBIQ+. Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para proteger a todos los ciudadanos húngaros de esta ideología de Putin. Todos los húngaros se merecen libertad, y los niños se merecen información sobre la sexualidad y el género. Este caso sobre los derechos humanos debe convertirse en el más grande de la historia legal de la Unión Europea«.
La primera ministra de Bélgica, Hadja Lahbib, ha declarado que su país «pretende seguir siendo pionero, a nivel tanto nacional como internacional«. Más tarde, Jean Asselbron, ministro de Asuntos Exteriores y Europeos de Luxemburgo, confirmaba también que su país se uniría al procedimiento de infracción. El vicepresidente del Intergrupo LGTBI del Parlamento Europeo, Pierre Karleskind, ha concluido que «el rol de los Gobiernos en este procedimiento será clave, pero también lo es el del Parlamento. Este fue el que instó a la Comisión a actuar en 2021. He pedido oficialmente, a través del Comité de Relaciones Exteriores, la intervención del Parlamento Europeo en el caso contra Hungría. Estoy convencido de que esto se puede convertir en un momento histórico para la UE«.
El pasado enero, un año y medio después de que apareciese la ley húngara, Háttér Society publicó un informe exhaustivo sobre el impacto devastador que había provocado esta ley en el país. La organización denuncia que desde que se pasó la ley, han incrementado los discursos LGTBIfóbicos públicos hostiles. Debido a la ambigüedad de los términos usados en la ley, la sociedad húngara se ha visto paralizada. Por miedo a las posibles sanciones, la autocensura se ha convertido en la norma. Los medios de comunicación se niegan a abordar nada relacionado con la comunidad LGTBIQ+.
Los profesores y orientadores tienen miedo de contestar cualquier pregunta que pueda estar relacionada con algún tema LGTBIQ+. Sociedades civiles que trabajaban hasta ahora con escuelas para hablar sobre los derechos humanos y la educación se han encontrado con las puertas cerradas a menos que prometan no abordar cuestiones LGTBIQ+. Incluso los estudiantes han llegado a quejarse de estas medidas. Ninguna sociedad o experto externo tiene permitido ofrecer clases en instituciones públicas sobre educación sexual.
Se ha establecido que mantener el silencio protege a los medios de comunicación y a los profesionales de la educación de ser sancionados por el Gobierno húngaro. Sin embargo, estas medidas de silencio y autocensura ponen a los niños y juventud de la comunidad LGTBIQ+ en una situación precaria. Esta «ley de protección infantil» les ha dejado sin ningún tipo de protección, y son los que más sufren de bullying, estigmatización e incluso violencia.
Háttér Society ha concluido que «esta ley no protege a los niños, les roba información vital para su desarrollo como humanos informados y de mente abierta, que respeten la diversidad sexual y de género, y la dignidad humana. La premisa de proteger a niños no debe ser la base de un marco legal que promueve la discriminación, estigmatiza a minorías sexuales y de género, y sobre todo, viola los derechos de los niños a una educación, que implica recibir información objetiva y exhaustiva sobre la diversidad sexual y de género».
Esther Martinez, directora ejecutiva de Reclaim, insiste en que «el Gobierno de Orbán usa la protección de los niños como excusa para restringir los derechos de los niños y su libertad de expresión, tal y como se hace en la Rusia de Putin. Allí se aplica una ley similar que ha reprimido a los medios y ha puesto a los niños y a la juventud LGTBIQ+ en riesgo de discriminación e incluso de autolesión. Los Estados miembros deben unirse en la Corte de Justicia de la Unión Europea para barrer esta odiosa política a la papelera de la historia y asegurarse que ningún otro gobierno de un Estado Miembro la replique«.