Celebramos el Día de los Padres con Paulo y Henrique: "No estoy en contra de la gestación subrogada, pero preferí adoptar"

Temas: Día de los Padres, Familias LGTBIQ+

Paulo y su hijo Henrique nos abren las puertas de su casa para contarnos cómo llegaron a formar la familia monoparental que hoy son. El Día del Padre es muy especial para ellos, pero lo mejor es que nos lo expliquen ellos.

Hay infinidad de maneras de celebrar el Día del Padre, y todas son igual de buenas. En Shangay llevamos varios años festejando este día con entrevistas a familias de lo más diversas, pero ninguno de nuestros protagonistas nos había sorprendido tanto como lo ha hecho en esta ocasión Henrique, de 10 años, que nos ha contado que quiere regalarle a su padre un origami. “Me gusta mucho hacerlos, ya le he hecho alguno, y creo que para esta ocasión podría hacerle uno especial”, explica.

Un arte poco común pero muy satisfactorio para él. “Tienes que tener mucha paciencia porque puede salir mal muchas veces, pero al décimo intento consigues hacerlo bien, y ese es el mejor de todos”, nos cuenta, entusiasmado, bajo la atenta mirada de su padre, Paulo, que ya sabe que añadirá uno nuevo a su colección. “Para nosotros el Día del Padre es muy especial por una razón adicional: yo adopté a Henrique muy cerca de esta fecha, así que es una doble celebración”, nos cuenta orgulloso.

Paulo adoptó a Henrique cuanto este tenía 3 años. Fue en Portugal, donde ambos residían hasta hace apenas seis meses, cuando se mudaron a Madrid. “Siempre he querido ser padre. Así que, cuando sentí que había llegado el momento de serlo, en 2011, empecé el proceso de adopción, ya que no quería tenerlo por gestación subrogada. No tengo nada en contra de esta vía, pero yo prefería adoptar, incluso sabiendo que podría conllevar más tiempo”, dice.

Lo cierto es que pasaron cinco años desde que comenzó todo el proceso hasta que pudo irse a casa con su hijo. “A todos los padres que piensen en adoptar, siempre les digo que tengan mucho ánimo y paciencia. Hay que tener muchas ganas porque, si no, cuesta muchísimo la espera y la incertidumbre. Y no sabes qué niño será, o cuándo podrá llegar. Solo está el deseo abstracto de ser padre”, comparte con nosotros.

Basta con verlos juntos para darse cuenta de que cualquier posible dificultad en el proceso ha merecido la pena. La complicidad entre ambos es más que evidente. Eso sí, ser padre soltero tiene sus momentos complicados. “Todo te toca a ti. Recuerdo un día, al poco de adoptarlo, en que veníamos de hacer la compra y se quedó dormido en el coche. Entonces vivíamos en un segundo piso sin ascensor y, al llegar, no sabía qué hacer. No podía dejar al niño solo, ni la compra descongelándose. Tienes que aprender a apañártelas en todo momento”, nos cuenta entre risas.

Otro aspecto negativo tiene que ver con los prejuicios que se ha encontrado en la sociedad que, por suerte, cada vez son menos. “Lo único que me ha pasado es que, al intentar alquilar un piso aquí, en Madrid, me rechazaron un par de veces porque no entendían qué hacía un hombre soltero con un niño tan pequeño… ¿Y qué tiene que ver eso?”, se pregunta, dejando claro que, aunque hemos avanzado, todavía quedan muchos pasos que dar para naturalizar la pluralidad de familias que existen.

Cuando le preguntamos si busca un hermanito para Henrique, Paulo nos dice que ya lo intentó, pero que lo descartó por el tiempo de espera. Aunque nunca se sabe… “Puede que encuentre una pareja que tenga hijos, y así agrandamos la familia”, nos comenta, abriendo la puerta a todo lo que está por venir.