Canal Connect es una fascinante muestra que se puede visitar hasta el 23 de abril en los Teatros del Canal de Madrid.
Propuestas de lo más diversas que proponen un viaje al futuro desde el más radical de los presentes.
No solo hablamos de inteligencia artificial, o de conciencia humana vertida en una máquina, como predica el transhumanismo: el progreso tecnológico parece siempre estar rondando la reproducción de lo vivo, y los últimos avances en muchísimas disciplinas tecnológicas tienen la biología, y los principios de la vida, como foco principal y común.
Parece el camino más rápido hacia el futuro: ya estamos creando los primeros órganos artificiales (exo-bots), pero también las primeras máquinas capaces de fundirse con nuestro cuerpo o navegarlo (micro-bots). “O por ejemplo: el algoritmo que se alimenta de los datos que nosotros mismos le entregamos a través de las redes, enseñando nuestra intimidad”, reflexiona su comisario, el francés Charles Carcopino, “y que parece que solo él sea capaz de interpretar, devolviéndolos en el mismo marco, dentro de un sistema que se ha vuelto ya incontrolable”.
Sobre estas y otras ideas que aún son especulación, como lo era Internet hace treinta años, versa esta exposición que reúne a una quincena de artistas internacionales, de los más prestigiosos del momento. Pensada como un recorrido (que atraviesa buena parte de los teatros), e impulsada por la propia directora de los Teatros del Canal, Blanca Li (que ha llevado la tecnología ya a sus últimos espectáculos), la muestra abre las mentes a un buen abanico de realidades por venir.
Máquinas que parecen enfermas y se lamentan, postradas, como metafóricamente escenifica el canadiense Bill Vorn; somníferos de colores dispuestos a perpetuidad a través de un algoritmo en la pieza colaborativa entre Félix Luque, Vicent Evrad y Damien Gernay; cálculos biométricos en gran instalación de la muy reverenciada Anaisa Franco; cuerpos definidos por pantallas en Filip Custic; realidad aumentada de diferentes formas y usos en Ines Alpha, Johanna Jaskowska o France Cadet; botánica híbrida al modo de la nueva carne cronenbergiana en la iraní Yosra Mojtahedi…
Sorprende este año la clara paridad entre creadores y creadoras, y la mayor presencia de personalidades nacionales, entre ellas gente tan interesante como Enrique Radigales o María Castellanos.
Con muchas piezas de carácter interactivo, y otras tantas de reflexiones y juegos de datos muy profundos, que no desprecian ni la biomédica ni la ecología, una parte del futuro la podremos vislumbrar aquí y ahora. Y eso ya es más que estimulante.
LA EXPOSICIÓN MÁQUINA ORGÁNICA, INCLUIDA EN CANAL CONNECT, PUEDE VERSE EN LOS TEATROS DEL CANAL DE MADRID (C/CEA BERMÚDEZ, 1) HASTA EL 23 DE ABRIL