Todas podemos ser (por un día) Tita en Villa Favorita y vivir como una Thyssen-Bornemisza

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Desayunar en Madrid con un ministro, tomar el té en Londres con Carlos de Inglaterra y cenar en Nueva York con los patronos del Metropolitan Museum… Por supuesto, en avión privado. Esa ha sido la vida de Tita Cervera desde que se convirtió en baronesa Thyssen.  Y en una de las mejores, y más importantes, coleccionistas de arte del mundo a quien nuestro país aún no ha homenajeado como se merece.

Ahora, gracias a La baronesa, todas podemos ser Tita Thyssen por unas horas mientras devoramos, porque se devoran, las setecientas páginas de lo que comenzó, según su autora, como biografía autorizada, y que se ha tenido que reconvertir en novela. Una ‘reconversión’ que ha saltado a la luz tras el polémico y mediático enfrentamiento entre la periodista y la aristócrata. Y una polémica que, según se ha publicado, estuvo a punto de impedir que este libro viera la luz.

La buena prosa de Nieves Herrero, unida a la apasionante vida de esta mujer (uno de los personajes más fascinantes de la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del XXI en nuestro país) hacen que cada vez que pasemos una página del libro nos sintamos en la Suiza de Villa Favorita, en la costa catalana de Mas Mañanas, en las tardes de su casa asiática de La Moraleja o navegando en el Mata Mua. Sí, por unas horas, todas podemos ser Tita… Sin duda la mejor lectura para este verano.

Quienes conocemos la nobleza periodística de Nieves Herrero, y quienes hemos seguido a nivel profesional la fascinante historia de Carmen Cervera –baronesa Thyssen por matrimonio, y una de las estrellas indiscutibles de la prensa del corazón, cuando en la prensa del corazón había nivel de verdad, no como ahora–, sabíamos que esta unión iba a tener difícil solución. Así ha sido. Tita Cervera es un personaje lo suficientemente potente para que una periodista de raza no quisiera preguntarlo todo. Y Carmen Cervera es una mujer (aunque no lo parezca) discreta que solo cuenta lo que quiere contar.

«No es una biografía, es una novela» ha dicho la baronesa tras saltar la polémica. «No me siento identificada con lo que cuenta en el libro. Mientras no diga que son mis memorias, no habrá problemas. No tengo intención de poner ninguna demanda por esta biografía, que no apruebo y donde no me reconozco. Es una novela de una señora famosa y se acabó. Ya han escrito otras sin mi autorización y me da igual», ha dicho la baronesa, tal y como recoge el suplemento Loc de El Mundo.

«Yo lo único que deseaba era conocer a fondo a la mujer que tenía ante mis ojos en chándal y sin una gota de maquillaje», asegura la autora en el prólogo, en el que explica ella misma una polémica que nunca buscó ni desea. Por ello la periodista dio un giro al proyecto y ha novelado todo lo que Tita le contó tras muchas horas de conversación en su casa de La Moraleja. Unas reuniones que, según la escritora, se cancelaron de manera unilateral el pasado mes de enero, cuando Carmen Thyssen dejó de recibirla y de contestarle el teléfono.

Nieves Herrero asegura que se enteró del motivo de ese silencio cuando Tita le dijo a Susanna Griso, en el programa Espejo público, que las únicas ‘memorias’ suyas que iban a salir las iba a escribir ella y nadie más. Nieves y la editorial afirman que se enteraron en ese momento. No serán las primeras memorias de Tita en primera persona. Ya contó, y por capítulos, su vida en Hola. Habrá que esperar a ver cómo quiere contraatacar ahora.

La vida pública de Tita es conocida al milímetro. Desde su matrimonio con el actor hollywoodiense Lex Baxter (el mítico Tarzán) hasta Espartaco Santoni. Así como los enfrentamientos que ha tenido con los hijos de los cuatro matrimonios anteriores del barón; los que tuvo con Francesa Thyssen (casada con el archiduque Carlos de Habsburgo) son los más conocidos en nuestro país. O sus polémicas con Borja Thyssen (el hijo que Tita tuvo con Manolo Segura, pero que adoptó Heinrich Thyssen-Bornemisza tras casarse con la ex Miss España) y su mujer, Blanca Cuesta. La mecha de ese nuevo culebrón la encendió Paloma Barrientos con unas declaraciones que Carmen Cervera le dio una noche de lunes en el Museo Thyssen durante una inauguración, y quien esto firma llevó a la portada de Semana el miércoles por la mañana. Por eso es tan interesante esta vida novelada en la que se cuenta la intrahistoria de la historia que ya conocemos. Es una vida de lujo, arte, sofisticación, exquisitez y finanzas narrada, día tras día, en la prensa del corazón.

Sí, todo lo que se cuenta en el libro lo hemos vivido los españoles en las revistas, pero también en la sesuda prensa de cultura. O en las páginas color sepia de la información económica. La autora advierte que los diálogos de la novela no son reales, sino que están inspirados en hechos reales. Y tras las largas horas que pasaron juntas –aunque Herrero asegura haberse guardado todos los off the record, y quieres la conocemos sabemos que es una mujer de palabra–, la periodista debía de tener mucha información, a juzgar por lo que podemos leer.

Cada página de La baronesa es viajar a la historia reciente de España. Recordar cómo una mujer dio el salto de las páginas del papel couché a convertirse en la gran mecenas del arte de nuestro país al conseguir para España la mayor colección privada del mundo, que todos los países ambicionaban. Algo que, insistimos, aún no se le ha reconocido como es debido.

Pero cada página de este libro es, también, un viaje a Villa Favorita, a Mas Mañanas, a Hollywood, a cenas privadas con reyes, millonarios. Es viajar en avión privado a un mundo de fantasías de la mano del que, sin duda, es uno de los personajes más fascinantes, mediáticos y –aunque parezca contradictorio–  desconocidos de nuestro país: Carmen Cervera, baronesa Thyssen. Esa mujer, Tita, que se encadenó a los árboles del paseo del Prado y creó el mejor lema que ha tenido nunca el cambio climático: «No a la tala». Y lo hizo gratis. Es otro de sus logros para con este país.