Un inglés, un alemán y una francesa se conocen en una discoteca. Y aunque suene a chiste, lo que sigue es una historia obsesiva, celosa, romántica y erótica que firma Ira Sachs. Passages, es la nueva película del director estadounidense, que viaja a Europa para narrar este triángulo amoroso protagonizado por Adèle Exarchopoulos (La vida de Adèle), Ben Whishaw (El perfume) y Franz Rogowski (Victoria). Una película tórrida, explícita y carnal que recuerda al Fassbinder más desinhibido.
La película ya está en cines de toda España después de pasar por festivales de renombre como el Festival de Berlín y el de Sundance, donde deslumbró a la crítica.
Passages sigue la historia de Tomas, un director de cine que vive en París con Martin, su marido. Durante la fiesta de fin de rodaje de su última película, Tomas conoce a Agathe, una profesora de colegio con la que se obsesiona y se enamora locamente. Tomas inicia una relación a tres marcada por la obsesión, la pasión, los celos y el narcisismo, que pondrá en jaque su matrimonio, su sexualidad y su propia identidad.
No es de extrañar que Ira Sachs haya decidido viajar hasta Francia para rodar su nueva película. El viejo continente le otorga al director el erotismo e intimidad del cine europeo, muy difícil de ver en las películas norteamericanas, que se han entregado a la autocensura. Aquí, el director firma una historia de obsesión, una relación tóxica con mirada queer sobre la fatalidad del amor, los caprichos del sexo y el poliamor. Además, cuenta con lo mejor del cine francés, una fotografía que retrata la intimidad de sus personajes y que deslumbra por su belleza y sencillez.
Justo en su intimidad es donde se encuentra uno de los puntos más destacables de la cinta: las escenas de sexo. Salvajes, feroces, explícitas y sin tabúes, sexo gay o heterosexual. Sachs plasma un erotismo difícil de encontrar hoy en día en el cine, que hace de Passages una película valiente, adulta e inteligente. Así mismo, el filme asume la difícil tarea, y el riesgo, de contar con un personaje protagonista completamente odioso. Tomas es narcisista, egoísta, antipático y déspota pero con un encanto seductor que te ayuda a entender cómo el resto de personajes están enganchados a su atractivo.
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A su vez, trata temas de plena actualidad como el poliamor y las relaciones tóxicas. Y aunque no sea una película que quiera romper barreras, ni generar un debate, utiliza el contexto en el que vivimos para plasmar a un Narciso contemporáneo y bisexual que te generará lástima por sus contradicciones. El guion se marca varios puntos de humor que vienen precisamente de esas incoherencias y absurdos de sus personajes, que se encuentran desesperados en una relación que los lleva a la deriva.
Passages llega a nuestro país después de un largo recorrido por festivales, donde ha triunfado en algunos como el de Berlín y el de Sundance. Habrá que ver si su paso por los cines de España es igual de fructífero y, sobre todo, si es tan provocativa como parece.