Después de que en 2023 Jordi Maranges publicara Allau, su sexto disco, el músico mallorquín lanza ahora una versión que aporta intimidad y preciosismo al clásico Soldados del amor de Olé Olé… en catalán. El cantante impone su lectura melancólica a un hit del pop electrónico más mainstream que arrasó en la voz de Marta Sánchez con su antigua banda. Fue una de las canciones más exitosas de 1990 y todo un icono después de la actuación de Nochebuena antes las tropas españolas en plena Guerra del Golfo.
La ironía del bilingüismo nace con la intención de confrontar la imagen de Marta Sánchez como icono del nacionalismo español. La versión consigue transformar la canción, y haciendo que nazca y surja otra esencia. De esta forma, Maranges le da una nueva vida a la canción, que pasa de ser bailable y efervescente a ser melancólica e hipnótica.
“Han pasado 33 años desde aquel momentazo histórico en que Marta Sánchez, travestida de Madonna y Marilyn, entretenía a los marineros españoles destinados al Golfo Pérsico. Aquí tenéis mi versión de este clásico del pop Soldados del amor, en clave melancólica, bilingüe, con elementos electrónicos y voz auto-tuneada. Una fantasía retrofuturista que clama por un mundo sin conflictos”, comenta Jordi Maranges.
Esta versión tan flotante, con atmósferas ensoñadoras, muy sui géneris, conecta con la particular versión que hizo en 2021 Jordi Maranges de Ritme de la nit, el clásico eurodisco de Corona. Y es que cuando Maranges versiona consigue extraer la esencia de las canciones, ese esqueleto, esa estructura primigenia y sustancial, y les da una nueva vida ahí afuera. El amor recobra sentido, amplía horizontes. Busca su lugar en el mundo. “Tú y yo, protegiéndonos. Soldados del amor”.
Jordi Maranges es un rara avis del panorama musical, un superviviviente de la última hornada indie de finales de los 90s, un cantautor-performer inclasificable. Líder y vocalista de El Diablo en el Ojo (aquella formación que miraba a Tindersticks con sensibilidad mediterránea en los primeros 2000), ha ido creando un corpus musical híbrido, personal y desacomplejado a través de proyectos como El Piano Ardiendo (cabaret/performance junto al pianista Marc Melià) o su propia carrera musical en solitario. Activista de las disidencias sexuales, cronista del subsuelo, romántico empedernido, performer de un cabaret marciano, ha actuado en numerosos festivales y compartido escenario con artistas nacionales e internacionales.